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Mirar el faro. Protagonista de una noche única en Buenos Aires

En plena ciudad de Buenos Aires a 200 metros del Congreso Nacional y a 600 metros del Obelisco, sobre la Avenida de Mayo se encuentra uno de los edificios históricos más visitados por turistas: el mítico Palacio Barolo con su faro emblemático.

El Palacio Barolo fue por un tiempo el edificio más alto de Latinoamérica, con 100 metros de altura.

No siempre está iluminado, solamente en momentos especiales y visitas guiadas.

Hoy en día es uno de los edificios emblemáticos en la ruta del Art Nouveau nombrado por la Asociación Art Nouveau Buenos Aires (AANBA).

El edificio está
inspirado en la Divina Comedia de Dante Alighieri y despierta curiosidad de quien escuche hablar sobre él

Este año el reconocido arquitecto Fernando Carral, quien restauró el faro para el Bicentenario de la Ciudad de Buenos Aires tuvo la iniciativa de organizar un evento único, “Mirar el Faro”.

Cuando lo supe, me comuniqué con él y tuve la suerte que me invitara a ser parte del selecto grupo de arquitectos y periodistas que participarían en la charla.

Fernando Carral, es conocido por sus recorridos arquitectónicos e históricos al faro y a las entrañas del Palacio Barolo. Es aficionado a la arqueología urbana, fotografía, dibujo y amante de los autos. 

> En la foto Fernando Carral en la terraza del ex Hotel Estoril con el Palacio Barolo a sus espaldas.

Este evento fue la apertura a una serie de charlas sobre la historia de Avenida de Mayo y los edificios icónicos que allí fueron construidos.

Un encuentro  mágico que se llevó a cabo desde la terraza del ex Hotel Estoril, hoy Espacio Cumbre con una vista privilegiada hacia el Palacio Barolo y los edificios de La Inmobiliaria, Inadi y Tango Hotel.

El mismo Fernando Carral nos recibió en la puerta del edificio. Con una gran sonrisa y amabilidad me invitó a pasar hasta un antiguo ascensor con puerta de tijera como los de otras épocas. El ascensor me llevo a la entrada de un departamento donde se encontraban el resto del pequeño grupo de invitados.

Ya era de noche, y desde los balcones podíamos ver los edificios en la Avenida de Mayo.

La Terraza del ex Hotel Estoril tiene la mejor vista del Palacio Barolo y el Faro

Dar un paso en el último escalón, levantar la mirada y tener al Barolo a la altura de mis ojos parecía irreal. La vista desde la terraza era mejor que desde los balcones. Los edificios estaban más cerca. La temperatura cálida de la noche acompañó al evento de manera ideal. El cielo en algunos momentos estuvo despejado, pero a medida que avanzaba la noche fueron sumándose nubes dándole a las fotografías un toque único“.
> En la foto tengo al Palacio Barolo a mis espaldas.

Con el cielo nuboso sobre nosotros nos sentamos en la terraza y a los pocos minutos comenzó la charla.

Sin querer termine sentada al lado de un señor que para mi sorpresa, era alguien a quien admiraba sin conocer. Era el arquitecto Zakim, creador de Miradores de Buenos Aires, ese programa con el que vengo recorriendo la ciudad desde los cielos y que me dio la posibilidad de conocer a tanta gente maravillosa.

Escuchamos relatos de hallazgos en los lugares menos imaginados del Palacio Barolo.

Nos contó que en el cielo raso por donde pasaba el conducto del incinerador, hace poco lo abrieron y descubrieron diarios de los años 1936  y 1938, fósforos, catálogos máquinas de coser y muchas otras cosas.

También encontraron algunos objetos que se arrojaban allí, como boletos de tranvía, zapatos, latas de sardina a medio comer y restos de notas de telégrafo, con mensajes de cumpleaños que eran enviados a Francia y a barcos en alta mar.

Mucho se habla del Palacio Barolo y la masonería, en esta ocasión Fernando nos contó que los edificios masónicos deben tener agua debajo de ellos y en el Palacio Barolo, ocho metros más abajo del segundo subsuelo hay agua, una historia por contar.

Mientras hablaba podíamos ver detrás de él el faro iluminado y cuando este empezaba a girar con su rayo de luz haciéndose lugar entre las nubes, silenciaba su voz  y de fondo solo se escuchaban nuestros comentarios embelesados. Siguiendo el recorrido de aquel resplandor que por momentos parecía llevarnos a Ciudad Gótica en busca de Batman”.

Desde la terraza del ex Hotel Estoril se podía ver como el faro giraba y se detenía cuando continuaba la charla.

Esta vez iluminó el edificio de La Inmobiliaria como si fuera la vedette del momento.


Este edificio fue inaugurado en 1910 para el Centenario de la Revolución de Mayo.

Edificio de La Inmobiliaria



Rápidamente se escuchó el silencio de Fernando y cada vez más alto nuestro murmullo. No podíamos creerlo. El faro se movía según el anfitrión quería. 

Mientras Fernando narraba la historia de La Inmobiliaria, nos habló de sus cúpulas y que años atrás el cupulín más cercano al Congreso se partió en el medio y quedó colgando.

La vista de las cupulas guiadas por el faro y el relato ameno de Fernando definitivamente fueron los protagonistas de una noche  de sorpresas y las nubes que por momentos amenazaban con opacar las imágenes, a través de sus formas caprichosas las terminaron realzando.

Cuando llegue no sabía que esperar. Al consultarle por la visita, le pregunte si era arquitectónica o histórica o ambas, él se limitó a responderme: “Te invito y vos misma lo comprobas”. La verdad así fue y estoy totalmente agradecida por haber sido invitada. Me permitió vivir mi propia experiencia e ir descubriendo las sensaciones de vivir el momento a momento de una de las vistas más lindas que tiene la ciudad junto a un gran anfitrión y narrador de historias.

Fernando Carral

Asociación Art Nouveau Buenos Aires

Palacio Barolo

Video Link

https://turismo.buenosaires.gob.ar/es/article/conoc%C3%A9-al-arquitecto-que-renueva-el-edificio-que-lo-inspir%C3%B3

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