Naturaleza

Pájaros intermediarios entre cielo y Tierra pierden sus refugios

Estamos perdiendo a los intermediarios entre cielo y Tierra, los pájaros y su habitad están bajo ataque. Como los ángeles ellos han cuidado y alegrado la Tierra por 150 millones de años. Hace unos meses la noticia – ” a dónde fueron las aves, millones desaparecidas” – estremeció al mundo pero no sorprendió a los conservacionistas, ornitólogos y científicos que han venido alertándonos desde hace mucho tiempo.

Qué ha sucedido en los últimos 50 años. Y por qué están desapareciendo en nuestras ciudades modernas. Si los científicos nos han venido alertando, por qué la extinción continúa?. Y qué podemos hacer para salvar las aves?. La primera línea de defensa es la educación. Los observadores de aves (Bird Watchers) y los nativos americanos conocen el tiempo en que migran las aves esto les permite conocerlas mejor. Podemos aprender de ellos. (Ensayo de la Serie, Conexiones humanas y vida salvaje – We GO WILD – WGW).

Desde el mes de septiembre las aves del norte empezaron su migración hacia las tierras de América del Sur.

Cada año decenas de millones de pájaros cantores pasan por la Florida en su migración de invierno. El Sur de la Florida es un punto de escala obligatorio para reponer las energías perdidas y continuar el viaje. Su única estadía para buscar alimentos y refugio puede ser muy peligrosa y muchas veces mortal en ciudades donde la urbanización y la intensificación de la agricultura ha dejado muy pocos espacios verdes protegidos para ellos.

En su viaje a Sur America durante una parada en el Sur de la Florida, el Zorzal de mejillas grises y la curruca de Tennessee se impactaron contra una ventana – Están siendo tratados en Pelican Harbor Sea Bird Station.

El mundo natural del que dependemos los humanos para sobrevivir ha sido pavimentado, talado, erosionado y contaminado” – David Yarnold, presidente y CEO de la Sociedad Nacional Audubon (socio de BirdLife en los Estados Unidos)

Nidos en peligro, pájaros huérfanos y pocos sitios de refugio para aves.

Cada día son más las aves nativas y migratorias que tienen que ser rescatadas. Yo viví esta experiencia y descubrí el peligro en que el hombre ha puesto a las aves.

Hace un tiempo rescatamos un baby Blue Jay que había caído de un nido en una carretera. Su madre desapareció en una zona con poca vegetación.

Baby Blue Jay fue rescatado en Mayo del 2018. Fue un honor ayudarlo a que tuviera una segunda oportunidad de vivir.

Después de recibir instrucción de Pelican Harbor Sea Bird Station, esperamos por la madre pero nunca apareció. Lo llevamos para que le salvaran la vida. El veterinario puso al polluelo en una incubadora y me dijo que estaría con ellos hasta que se valiera por si mismo. Muchas madres vuelan cerca buscando alimentos para sus crías pero mueren en el vuelo, algunas impactadas contra los cristales de los edificios. Según 988 millones de pájaros mueren impactados contra cristales en Estados Unidos.

Me sorprendió el número tan alto de emergencias que atienden cada día. Mi polluelo rescatado no era el primer Blue Jay en ser admitido, era el número 885.

Rumbo a Pelican Harbor en una cajita con varias perforaciones para ventilarla. Me puse a silbar y hacer sonidos como los pájaros y Baby Blue Jay se quedaba mirándome como pueden ver en la foto.

Pelican Harbor abrió mis ojos; pero también mi corazón.

Desde 1980 al 2018 sus veterinarios han estado muy ocupados rescatando y rehabilitando a más de 32, 896 pacientes. Unos 9, 000 pelícanos, 1, 500 Northern Mockingbird, 662 Cormorant, unas 1, 428 Laughing Gulf y el número sigue subiendo por cientos. Casi todos los accidentes han sido causados por negligencias humanas o por el uso del habitad que le corresponde a las aves.

El rescate del pajarito azul me llevó a descubrir la alarmante realidad que viven las aves en el mundo moderno. Un pájaro como el que rescaté pudiera vivir 17 años. Antes tenía predadores salvajes; pero ahora es el hombre civilizado el que le acorta la vida.

Las aves están desesperadas buscando refugio en la cubierta verde de las ciudades. Para criar a sus hijos solamente tienen pequeñas zonas aisladas para refugiarse. Sin mucho por elegir, algunas ponen sus nidos en techos, en postes de la luz, se han encontrado nidos hasta en los puentes. Como fue el caso de ese polluelo huérfano.

Blue Jay
Desde 1966 al 2015 la población de Blue Jay ha decrecido el 28 por ciento. ( North American Breeding Bird Survey)

Un poco de sentido común y comprenderemos que las aves necesitan árboles, no edificios para anidar.

El Central Park de New York (843 acres de naturaleza silvestre), es el pulmón verde de la ciudad. Más que un pasatiempo, el parque es el pulmón de los humanos y un refugio de aves. Bueno para las aves, bueno para los humanos.

Desde hace muchas décadas, allá por los años 60’s cuando empezaba la deforestación para desarrollar las ciudades modernas, los ornitólogos han venido anunciando que el futuro de las aves está en las manos humanas y en esos árboles que necesitan un guardian.

Ken Rosenberg ” Desde 1970, las poblaciones de aves en los Estados Unidos y Canadá han disminuido en un 29 por ciento. Unas 3 mil millones de aves. Se han perdido pájaros cantores icónicos como las alondras, migrantes de larga distancia como las golondrinas y aves de traspatio como los gorriones.

Si perdemos las aves será desastroso para la humanidad” – Thomas Lovejay

“Si cuidas de las aves, cuidas la mayor parte del gran problema del mundo” – Dijo una vez Thomas Lovejay, conservacionista y científico fundador de National Geography. Loveyay predijo que en el siglo 21 la Tierra empezaría perder un número dramático de especies.

Los Blue Jays siempre habitaron el Sur de la Florida, los desaparecidos Tropical hardwood hammocks de la región era una vegetación vital para ellos y para otras aves endémicas de las que ya no queda rastro. Los bosques cubrían del Miami River hasta Coconut Grove. Hoy en día solamente quedan dos pequeños parches de hammocks y son áreas protegidas del desarrollo (Simpson Park y el Alice Wainwright Park).

Los árboles y los pájaros son la conexión más cercana que tenemos del mundo natural.

Mientras más tiempo pasas con ellos, vas a entender más su lenguaje y hasta sus mensajes. Muchas culturas nativas piensan que son mensajeros entre el cielo y la Tierra. Las semillas que dispersan en la Tierra son comida de los angeles. Y donde cae una semilla crece un árbol.

Un mundo que no deja de asombrarnos y de crear interrogantes. Cómo pueden volar largas distancias, detectar tormentas primero que los humanos, sentir la proximidad del peligro, buscar pareja, construir las casas donde van a criar sus polluelos y cantar los cantos más hermosos para comunicarse entre ellos.

Cardenal del Norte disfrutando el día debajo del Oak antiguo, su casa. Su presencia es una bendición.

Pero estas criaturas pequeñas, de apenas pocos centímetros también son capaces de dispersar las semillas donde nacerá un árbol gigante que le deberá la vida. Y como en este mundo todo está conectado en armonía ese pájaro regresa al árbol porque es allí donde le corresponde continuar la vida de sus especie.

Soy Guardiana de mi viejo Oak, como los territoriales Blue Jay que viven en él.

En Miami no tenemos un Central Park que sea un santuario de aves, los patios de las casas son sus santuarios. ( Ahora el árbol tiene un nombre – Un Oak para aves).

Cuando me acerco a las ramas frondosas de un antiguo Oak que tengo en casa, siempre escucho un canto salir de ellas. Es mágico, misterioso pero me llena de mucha alegría. Está habitado por aves muy territoriales que cuidan del viejo Oak día y noche, sabiendo que es su casa y la de su familia. En lo alto, a 20 pies una pareja de Blue Jay hicieron un nido, ramita a ramita, ahí criaron a sus polluelos.

Observo aves todo el año. Ya he identificado a las residentes y aprendido cuales son las que migran.

No sé como lograrán la armonía entre ellos; pero en el árbol también viven ardillas, Mockingbird, Cardenales del Norte y otras aves pequeñas que aún no he identificado. A veces hemos tenido la visita de un halcón buscando alimento; pero los Blue Jay, que son los centinelas del Oak alertan a la población del peligro.

He aprendido que aquel Blue Jay que yo rescaté nunca fue abandonado por sus padres. Esas son la aves perdidas. Las que no pueden seguir el vuelo. Las que no pudieron crecer, las huérfanas.

Mientras otros destruyen el habitad de nuestros pájaros, nosotros si podemos hacer algo para salvarlos desde ponerle un cascabel a los gatos para que alerten a las aves cuando vienen. Proteger las ventanas de las casas para evitar que las aves choquen contra ellas en pleno vuelo. No usar pesticidas para fumigar los patios. Dejar en pie los troncos de árboles.

Pelican Harbor Sea Bird Station:https://www.pelicanharbor.org/

Bird Life International:https://www.birdlife.org/worldwide/news/how-can-we-really-prevent-birds-flying-our-windows

Cornell Lab of Ornithology:

American Bird Conservancy: Programa Glass Collisions de ABC, visite
support.abcbirds.org/glass

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