Encuentro con la garza azul de los Everglades. Kimberly Miller.
Artistas por las especies de Everglades National Park. Paraíso de aves que inspira amor.

Cuando un artista llega por primera vez a los Everglades, lo acoge un silencio mágico que envuelve todo su ser. Sin referencias a nada antes visto, algo empieza a despertar dentro de él. El agua de los Grandes Everglades se mueve lentamente por el río de hierba hacia Florida Bay, creando a su paso un paraíso para las aves que dependen de ella.
Cuando la pintora Kimberly Miller hizo el pasado invierno un viaje a los Everglades, el encuentro con una hermosa garza salvaje azul, la inspiró a pintar la obra “Es la hora de Volar” – en pastel (Watercolor 9×6 300 gsm hot press paper). Su acuarela, es una poesía sobre la fuerza de la vida en el río de hierba.
He viajado como guía educadora, naturalista e historiadora con algunos artistas a Everglades y fotógrafos, pero Kimberly Miller quien vive rodeada de la naturaleza en la montañas del Oeste de Estados Unidos, y ha viajado a casi todos los Parques Nacionales, traía una inocencia que tenía mucho que ver con la paz que se respira en Everglades. Su espíritu estaba listo para descubrir. Aunque desconocía cuál sería la inspiración de su nueva obra.


“Ver los Everglades por primera vez fue completamente inesperado, tal como me había advertido mi guía, la Sra. Muñiz”.
Durante el viaje los ojos de la artista que es Kimberly, empezaron a descubrir nuevos colores aquí y allá, en los bosques de pinos, en los pastizales y los manglares costeros. Para un escritor los Everglades es una página en blanco esperando la tinta, para un pintor es la tela, el papel esperando el trazo del artista. La musa puede ser una mariposa, un ave que sale repentinamente de la vegetación o la flor lily que maravilla en las lagunas.
Viajamos con su esposo ( fotógrafo aficionado de la vida salvaje) en la temporada seca, rumbo a la zona de Flamingo. Las aves se concentran aquí a partir de diciembre, no solo porque este lugar es su refugio histórico, sino también porque es donde encuentran alimentación, para ellas y sus crías.
En este tiempo el Christmas Bird Count ha documentado en el mes de diciembre una población diversa de 29, 868 aves, solamente en la región de Coot Bay. Por dónde navegamos en un catamarán donde viajaban también fotógrafos y naturalistas.
Kimberly recuerda y me cuenta lo que sintió –
” Mientras nuestro bote avanzaba lentamente por el Río de Hierba, sentí una sensación de serenidad. Era un visitante en esta vasta catedral, adornada con los hermosos colores de los manglares, la fauna, las flores y los pequeños insectos, todo ello reflejándose en el agua. El canto de los pájaros, el zumbido de los insectos y la suave brisa que soplaba entre la hierba y los manglares eran como un coro cantando himnos de gratitud por vivir en este santuario”.
Desde su primer encuentro con el bosque antiguo y sus habitantes, Kimberly empezó a dibujar. Pasaron dos meses y recibí un mensaje de Kimberly con el cuadro que había pintado – “Es la hora de volar” (Time to Soar).
Fue una inspiración que tuvo mientras navegábamos por las aguas del Wilderness Waterway ( Florida Bay). El barco se detuvo en zona de Coot Bay y pudo ver de cerca a la “Gran Garza Azúl”.
” Entonces lo vi, posado en una rama: la garza azul. Abrió las alas de par en par, y casi lo oí decir: «¡Es hora de continuar el vuelo!». Con un impulso de sus patas, alzó el vuelo, elevándose por encima de la catedral, con sus alas anchas y majestuosas. Lo vi desaparecer de mi vista, agradeciéndole en silencio por ese momento”.