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La Asturias de mi bisabuelo español

En las páginas empolvadas del diario de mi bisabuelo español, estaba escrita la palabra – Volveré, como lo escribió Rosalía de Castro en el poema desgarrador – “Volved” a los hijos pequeños de Galicia que se iban a América.

Soy el relevo, de este círculo que un día comenzó al otro lado del Océano Atlántico, en Castrillón y terminó en la Villa Blanca de Gibara. Y visitaré todos los lugares que mi abuelo pensaba visitar cuando regresara.

Primer día en Asturias.. en Gijón

Ya llegué a Asturias y estoy escuchando como suenan las olas contra los acantilados, ahora se lo que sentía mi bisabuelo.

Me estoy hospedando en una Casona Asturiana “El Hotel Quinta Duro” a las afueras de Gijón. El mismo propietario nos preparó el desayuno. Me perdí en los jardines por unos minutos deambulando con Harold, el perro de la casa y el único habitante que nos acompañaba.

El propietario me ayudará a conectarme con las pistas de mi familia. ( Pero esta historia se las debo, porque aún no la he terminado de escribir). Hoy les regalo lo que vi, lo que disfruté de la Asturias de mi bisabuelo Marcos Muñiz Galán, el adolescente que se fue a Cuba en un Bergantín. Que valiente fueron esos asturianos que dejaron sus tierrina por necesidad!..

Primer día en las montañas Asturianas- Los Picos de Europa

Liliana Ausín, una encantadora guía que nos asignó el Principado de Asturias nos recogía en cuestión de minutos para llevarnos al Parque Nacional de los Picos de Europa enclavados en la  inmensa Cordillera Cantábrica.  Una excursión en invierno a los macizos nevados, tenía su poquito de adrenalina y expectativa. No siempre se pueden subir porque la nieve no permite el acceso y cierran los caminos.

Que suerte, con estos cambios climáticos, amaneció primavera en invierno

Avanzamos entre las laderas boscosas, dándole paso a algún caballo salvaje.  La variedad de paisajes dan cobijo a un peculiar reino animal, único en la península Ibérica. Llegando a la cumbre desapareció la vegetación. A penas podíamos avanzar por el hielo en el estrecho camino de una sóla vía.

En un paraje espectacular duermen los milenarios Lagos de Enol y La Ercina que atrapan la imaginación de cualquier ser humano. El sitio más emblemático es “El naranjo de Bulnes” o Picu Urriellu” a 2.519 metros. Allí se encuentra el pueblo de Bulnes. Dicen que los pastores son los mejores guías por los senderos escarpados.

La visita más espiritual: La santa Cueva

Los asturianos llaman a su virgen de Covadonga, “La santina”, la virgen de las batallas y el himno a la Virgen de la Covadonga dice entre estrofas:

“bendita la reina de nuestra montaña que tiene por trono a la cuna de España, quien llega a besar su pie besa el alma de España

La palabra Covadonga, significa cueva de la señora, de la madre de Dios

En el año 722 en esta cueva Don Pelayo se esconde con sus hombres y sale victorioso en la famosa batalla de Covadonga barriendo con los árabes y el dominio musulmán de Asturias. Hoy en día, en la cueva se encuentra el sepulcro del Rey Don Pelayo.

Para llegar al santuario y a la Santa Cueva hay que seguir la ruta de los Picos de Europa por el Monte Euseva. La santa Cueva es un sitio sagrado en toda la magnitud de la palabra. Ninguna catedral, por magnifica que sea su obra arquitectónica, llena tanto la presencia de la virgen como en esta simple cueva de los milagros. La única pretensión del peregrino es tocar la piedra pura y el agua que sale por la gruta, símbolo de purificación y limpieza, para después rogar a La Santina para volver a nacer.

De sidrerías y tapeo por Cangas de Onís

España está llena de pueblos hermosos y Cangas de Onís es el diamante de la Joya; que es Asturias. Llegamos a la hora del almuerzo buscando la apetecida fabada asturiana . La primera impresión que sentía al llegar a Cangas era estar en Aspen, Colorado. En Cangas se sentía frío y nada mejor que calentarse en la Sidrería el Corchu y poner el cuerpo en tono bebiendo la mejor sidra natural de la tierrina.

En Asturias se produce una espectacular sidra desde la época romana, tomar sidra es tradición y pasión.  La gracia de tomar sidra natural es la manera de servir, el echador sube el brazo a la máxima altura y esto se llama el escanciado. Se toma de un trago. Cuando se pide, se pide “un culín”, que es el fondo de la botella. Se acompaña con una gran variedad de los 40 quesos asturianos, sin perderse el más cotizado en el mundo el Cabrales y el Gomoneú.

Los pueblos marineros Avilés, Gijón, Llanes, Cudillero  y Ribadesella 

Asturias no podría ser tan completa si le faltara el mar; sus pueblos de tradición marinera están abrazados por el mar y las montañas.  En Avilés, Gijón, Llanes, Cudillero  y Ribadesella se comen los mejores mariscos de España. Todos encantados por el litoral cantábrico de 345 Km de costa con grandes acantilados y playas de arena fina.  Sus puertos, hoy tranquilos y amenos fueron testigos de un éxodo de cientos de miles de Asturianos hacia América. En Ribadesella se construyó una replica del famoso bergantín Habana que transportó a tantos jóvenes emigrantes asturianos hacia Cuba.

Vistas de Cudillero en Asturias

Corbeta Bergantín Eusebia, el Capitán era Juan Casariego y Villabrille. Un marino de renombre y uno de los más famosos capitanes de su época. La Eusebia hacia viajes a la Habana; pero ya había recorrido el mundo en 1864.

Aquí es el lugar donde el nació y donde descansan sus padres y familiares

Parroquia donde fue bautizado mi bisabuelo en San Martín de Laspra, Castrillón.

Parroquia donde fue bautizado mi bisabuelo en San Martín de Laspra, Castrillón

Sidrería el Corchu. La sidra se sirve en Asturias siguiendo la tradición de escanciar la sidra. El líquido se tira la vaso desde cierta altura, cuando la sidra cae en el vaso, salta, se rompe y se oxigena creando una bebida gaseosa. Se sirve poquito, solamente 3 dedos, esto se llama culín.

Casna Asturiana Quinta Duro con más de 300 años, magnifica finca con una arboleda a 3 km de Gijón y la playa. En el Camino de las Quintas, Cabueñes, Gijón.

Marcos Muñiz Galán, mi bisabuelo, tenía 15 años cuando se aventuró a la mar abordando en el puerto de Avilés en Asturias, el Bergantín Eusebia, que no prometía llegar a tierra firme porque navegaba en los meses de invierno por el Océano Atlántico.

En la segunda mitad del siglo XIX, casi cien mil asturianos se vieron obligados a viajar a América. Cuatro de cada cinco, se dirigían a Cuba a los puertos de la Habana y Matanzas. La travesía era de 40 a 50 días en el mar. Viajaban en goletas, bergantines. Los bergantines y goletas. Eran veleros de dos palos que transportaban a doscientos pasajeros en condiciones extremadamente difíciles. Mi bisabuelo viajó en un bergantín).

La providencia los protegió en el viaje y llegaron a la Habana en plena primavera el 12 de Abril de 1866.  pequeña Villa de Gibara, en el Oriente de la Isla de Cuba. Allí conoció a Chefa Corella y se enamoró de ella, mi bisabuela.

Mi bisabuelo nunca pudo regresar a su “tierrina”, a la Asturias que le prometió a sus hijos y a mi abuelo Cosme Manuel Corella. La vida de mi bisabuelo tuvo un imprevisto y un dia se durmió para siempre en la casona familiar que construyó con su arduo trabajo en la Villa Blanca de Gibara. Mi abuelo Cosme y sus hermanos, se quedaron con el pasaporte español esperando el viaje que nunca se pudo hacer.


“Mi padre Marcos Muñiz Santos, me contó, que su abuelo lo llevaba al mar de Gibara, y le decía que en Asturias las olas gruñían cuando chocaban con los acantilados”.  También le dijo que lo llamaba – “un pichón de asturiano”.. y le contaba que Asturias era verde y azul y le mostró a la Virgen de la Covadonga, la Patrona de Asturias, La Santina.

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