Colonia Suiza, una villa escondida en la Patagonia Argentina
Explora los atractivos de Colonia Suiza, Bariloche. Un lugar ideal para el senderismo en la patagonia argentina
Cuando hablamos de Bariloche, en la Patagonia Argentina, muchos conocen la ciudad por sus cerros, lagos, chocolates y sus casas de piedra pero pocos conocen Colonia Suiza.
A 25 kilometros de Bariloche, a los pies del cerro López, está ubicada Colonia Suiza y desde ahí puedes hacer caminatas a lo largo de un bosque centenario, nada mejor para sentirte un aventurero.
Hoy te llevo a descubrir Colonia Suiza y el sendero que te lleva al Cerro López.
¿Te gustan las caminatas donde podés sentir el viento contra tu cara, escuchar el canto de los pájaros en lugar del ruido de las bocinas de los automóviles?
Oler el aroma de la vegetación del bosque mientras caminas.
Y cuando miras a tu alrededor, sentirte que eres una hormiga caminando entre añosos coihues y altísimas lengas.
Antiguo pueblo agrícola que se está convirtiendo en un nuevo destino para el turismo tradicional y ha sido declarado Pueblo Histórico. Lo interesante, es que siempre fue un favorito para todos los que hacemos trekking y disfrutamos las caminatas magicas por sus bosques.
En enero y febrero que es la temporada de verano en Argentina, los miércoles y domingos no cabe un alfiler en este pueblo de montaña que fue creciendo con propuestas gastronómicas.
” Desde hace más de 20 años he viajado con mi marido a Colonia Suiza. Recuerdo que en el patio de la escuela se armaba una feria artesanal y allí se cocinaba el curanto, que es un plato típico en este lugar y fue traído por los hermanos Goye, los fundadores de Colonia Suiza.
Si sos amante de la cerveza, tenés otro motivo para visitar Colonia Suiza
Otro atractivo en Colonia Suiza son las visitas a la fábrica de cerveza artesanal Berlina donde se elaboran 30 tipos de cerveza por año con el agua pura de la Patagonia, entre ellas, una lleva el nombre de “Colonia Suiza”.
Colonia Suiza tiene un atractivo parecido a los pueblos de las montañas Suizas
Los hermanos Goye, llegaron a principios del siglo XIX a la Patagonia Argentina. Venían de Chile pero eran oriundos del cantón de Valais, en la Suiza francesa, una región de pueblos de alta montaña.
Actualmente en Colonia Suiza viven alrededor de 500 personas, que en su gran mayoría son descendientes de los hermanos Goye.
Con la madera de los árboles locales, construyeron sus casas, escuela y capilla, igual a la de sus hogares en Suiza.
( En la foto se pueden ver las casas de Zermat en Suiza)
Hoy en día estas edificaciones son parte del atractivo del histórico pueblo.
Y su magia es caminar por las calles angostas de tierra rodeada de bosques donde te podés cruzar con rebaños de vacas.
Los hermanos Goye se dedicaron a las actividades ganaderas y agrícolas. Cultivaron cerezas, ciruelas, duraznos, manzanas y peras con los que elaboraban dulces y conservas caseras que se fueron haciendo famosas en Bariloche.
Qué más puedes comer en Colonia Suiza: Goulash, truchas sacadas del criadero ubicado en el lago Moreno.
Mientras esperas la comida podés acercarte a los grandes piletones que están dentro del lago para observarlas. También se puede comer pizza, empanadas, wafles, helados y tortas de esas que con solo mirarlas se te hace agua la boca.
Bariloche se ha convertido en la principal ciudad de Sudamérica para hacer senderismo.
Qué podes hacer al llegar? Caminatas, alojarte en una cabaña o subir a los cerros
- El Cerro López puede ser una gran opción, ya que tiene poca dificultad al subir y te regala vistas maravillosas.
Podés alojarte en un camping o en una cabaña y en la mañana temprano, luego de un buen desayuno y de registrarte en www.barilochetrekking.com empezar la aventura.
A medida que vas subiendo el Cerro López, el Refugio López se deja ver.
Esa casita rosa tan pintoresca, entre el verde y la piedra que la rodea.
Refugio López: Ofrece pernocte en su interior o en un área de acampe y Cena completa (entrada, plato principal y postre) o cena simple y desayuno.
Y da algunos tips para quienes suban a pasar la noche. Importante. Hay señal de celular en casi toda la montaña.
Durante el recorrido sentís que estás dentro de una película de aventuras. Si planificas hacer trekking, hay dos maneras fáciles de subir al Cerro López y llegar a su refugio.
- Por la huella de autos o por el camino que inicia en el Arroyo López.
La forma más fácil es por el camino de los autos, es más larga y va en zigzag, por eso la pendiente es más suave que si empezamos la caminata por la picada que inicia en el Arroyo López. Esta es la más usada. - Lo más molesto durante el verano: A lo largo del camino te acompañan tábanos volando a tu alrededor y chocándote con ese zumbido molesto que no para. Llega un momento que te tenés que poner la campera y la capucha para evitarlos. Durante el recorrido sentís que estás dentro de una película de aventuras.
El camino puede estar bloqueado con algún enorme tronco caído, nada mejor para sentirte todo un aventurero ¿Lo rodeas o lo trepas? Yo lo trepo, me encanta. - Esta magia es la que vas sintiendo a lo largo del camino. Cuando el sendero sale de entre los árboles, sobre nuestra derecha podemos ver el lago Moreno y el Nahuel Huapi con los picos de la cordillera detrás. Este recorrido postal dura “tres horas”, y se quedan cortas si sos como yo y vas jugando por el bosque, sacando fotos a todo a tu alrededor y persiguiendo insectos como cuando eras pequeño.
- A medida que vas subiendo el Cerro López, el Refugio López se deja ver. Esa casita rosa tan pintoresca, entre el verde y la piedra que la rodea.
Al llegar la vista es impagable
Podemos sentarnos a disfrutar la vista, tomar unos mates o comer algo y para quienes tengan buen estado físico pueden continuar hasta el Pico Turista (2060 m), con una vista de 360 grados.
Hay que trepar rocas y caminar por la nieve, no mucho tiempo. El premio es increíble. Un par de veces lo hicimos, pero otras tantas nos hundíamos en la nieve hasta las rodillas y decidimos no seguir.
Refugio López es uno de los refugios disponibles para los senderistas
Pasar la noche acá es inolvidable. Imagínate sentarte durante una noche estrellada en ese lugar sin contaminación lumínica. Vas a descubrir un cielo que no conocías.
Para mi estos lugares tienen la magia de abstraernos de esa máscara que construimos a lo largo de la vida y dejar que nuestro verdadero yo se haga presente. Volver a nuestra niñez y hacer que el tiempo se detenga.
