Conversando con Pilar. “2 mujeres compartiendo una sabiduría sanadora”

” Desde que el niño nace, aún no sabe andar pero habla, conversa con seres imaginarios”

Cuántas veces has deseado sentarte a conversar con una persona cercana, un amigo, un familiar como un acto natural de amor y desahogo pero la falta de tiempo no lo permite a ambos. Y aceptamos esta realidad como si fuera lo más normal.

Qué pasó con las charlas cercanas a la hora del té, el café, los parques, el bar y el jardín.

Desde que vivimos en las pantallas, las mensajerías son las reinas de la comunicación humana. Por suerte existen caminos, maestros, consejeros y guías para regresar a la esencia, como Pilar Herreros, maestra de la serenidad en métodos como “5 minutos para reducir la ansiedad y aumentar la serenidad cada día” .

Pilar dice que estamos desconectados porque nos olvidamos del ser, y estamos viviendo en el humano, en el ego. No estamos protegiendo nuestra verdad.

Pilar y yo crecimos viendo cómo nuestras abuelas conversaban con sus comadres sentadas en el parque mientras las niñas jugaban. Así ellas trasmitían a otras mujeres su sabiduría. Las conversaciones han ido desapareciendo en todas las sociedades del mundo, esto ha dado paso a una lejanía que nos hace creer que vivimos en un mundo más conectado.

Qué le dirías a las personas que no han empezado el camino ?

El camino hacia el cambio es difícil, pero se va creando. Un pasito a la vez.

Cuando conocí a Pilar Herreros, ella estaba escribiendo su libro “En tí, estés donde estés“, preparando su viaje a las Islas Canarias para ver a sus padres novenarios y presentar su libro en el Liceo de Taoro en la Orotava, Tenerife, donde nació. Yo había visitado la isla y sentí mucha ilusión porque tenía recuerdos vivos de la gente conversando en los parques.

Habíamos ido juntas a un servicio y concierto de una iglesia donde Pilar trabaja como voluntaria y apoya la salud mental de mujeres que viven en refugios. Yo había rescatado unos gaticos callejeros y le había ofrecido refugio en casa hasta que fueran adoptados. Las dos teníamos el tiempo limitado para añadir algo más, pero decidimos hacer un espacio “sanador” por pequeño que fuera para meditar y conversar en un parque como era mi deseo.

Después de una caminata nos sentamos a la orilla de un canal. Primero meditamos por 5 minutos, para serenarnos.

Ileana: Yo he empezado a hacerme la pregunta honesta y sincera conmigo.
– Estoy haciendo lo que quiero hacer o estoy escuchando otras voces que no tienen nada que ver con lo que siento?

Pilar: A veces es mejor, no compartirlo porque las respuestas que te van a dar no tienen que ver con lo que tu has sentido.  Es mejor mantener esos silencios. Llega un momento en que empiezas a disfrutar ese silencio. A honrarlo. Es un caminito.

Ileana: Que tu le dirias a las personas que aún no han empezado el caminito.

Pilar: Yo he recorrido este camino por muchos años y en mi libro,”En ti, estés donde estés” comparto lo que me ayudó a mí . 

“Si estás cansado de pelear, de sufrir, de las enfermedades, si sientes un vacío, este es el comienzo de un cambio que estás deseando”. 

Pilar: Entonces este librito es una guía facil para dar el primer paso. 

Ileana: Y dónde podemos encontrar el silencio en el mundo tan ruidoso en que vivimos.

Pilar: Está en ti, vive dentro de ti. Tu por ejemplo encuentras el silencio en la naturaleza

Ileana: A mí la naturaleza me salvó la vida cuando empecé a sentir lo que miraba. Como todos vivía muy de prisa. Todo pasaba muy rápido.
Sin tiempo a procesar lo que estaba sucediendo a mi alrededor.
Esto me iba drenando, desconectado del mundo.
Empecé a rechazar ese estilo de vida de prisa. Me sentía dividida.
No podía estar presente porque estaba en muchas cosas a la misma vez.
Fue cuando todo cambio, cuando sentí nostalgia por la vida de la gente más sencilla que estaban en contacto con la naturaleza y que conocí en los pueblos remotos que visité. El olor a pan horneado en un hogar. Los florecimientos. Me di cuenta que en la naturaleza todo fluía y nada era agresivo.

Fue cuando regresé a la fuente donde nada se agota. Yo digo que cuando dentro de mí no se mueva algo. Cuando vea una mariposa nacer y tomar el vuelo, o sonría mi corazón con el pajarito que regresa en su migración de primavera, yo sé que no estoy viva.

Le pido a Dios que no se agote este momento de paz que la naturaleza me da. Y siempre aparece algo, y se manifiesta en diferentes maneras, porque la naturaleza no deja de sorprendernos – nunca. En la tormenta y en la calma. Lo viví ayer en el mar en un barco de pesca, mientras veía pasar la tormenta dejando un cielo de calma.

Pilar: Y no se va a agotar. Cuando estás ahí se para el tiempo y uno sana. Este camino al cambio es difícil pero lo vamos a ir creando y se convierte en un hábito consciente. 

Ileana: Qué es lo que no nos deja soltar y dejar esas cargas que llevamos por tanto tiempo?.

Pilar: La personalidad. El humano, y nos hemos olvidado del ser. Ahora lo que hemos estado compartiendo es el ser.
Si vivimos solo desde el humano, desde el ego, porque el humano por sí solo es ego. En el momento que combinamos ese ser, que es lo que estamos compartiendo ahora. El estar presente, los silencios, el tomarte ese espacio o ese minutico para sentir la naturaleza.
Es ahí entonces donde está eso de lo que hablas. Esa culpa que se siente. Ese cuento que nos han dicho, que nos creemos que somos culpables, empieza a bajar.

• Lo importante es que ese pasito a la vez, te a va a llevar a la sabiduría que viene detrás. Y vas a defender tu verdad y proteger tu verdad.
  
• Ese pasito mágico. Y empezar con lo que tienes delante y después ya, se te va ampliando y vas a saber, pero nutres lo que tienes ahí.

Debemos aceptar que mañana existe otra oportunidad de continuar

El último capítulo del libro se llama – “Anochecer con mi ser” y que bueno es ir a la cama en vez de ver las noticias, ir a la cama con mi ser. Por eso llega la noche, para vaciarte de todo.

Ileana: Como humanos nos saltamos muchas cosas importantes? 

Pilar: Pero que maravilla que hay tantos caminos hoy, ayudándonos unos a los otros y estamos apoyándonos. En este camino al cambio y la metamorfosis, nunca estamos solos. 

Ileana: Como hijos del universo, siempre Dios o en la fuerza que creas, nos pone a alguien que nos ayuda a caminar hacia a la luz.

PIlar: Como dicen – “todos somos pequeños dioses”.  El ADN todos somos parte del Universo.