Todos los asientos tienen sonrisas dijo el capitán del avión
Una historia inspiradora que te ayudará a vencer el miedo a volar
Les cuento una historia inspiradora sobre la experiencia que viví en mi viaje más reciente. Durante los últimos 12 años de mi vida, mi primer viaje del año siempre ha sido a la ciudad norteamericana de Detroit, donde es una tradición la exhibición del Salón Internacional del Automóvil que acoge a miles de periodistas de todas partes del mundo.
Quién se anima a viajar a Detroit en esta temporada del año?.
En pleno mes de Enero, las temperaturas bajan, los caminos quedan cubiertos de nieve, soplan los vientos del norte y aterrizar en una pista congelada trae consigo muchas cancelaciones de vuelo.
En todos los viajes siempre aprendemos algo y la lección de este viaje fue: la naturaleza siempre manda.
Al salir del Aeropuerto Internacional de Miami, conocí al que sería el Capitán de la aeronave en la que iba a viajar. No tenía asiento asignado. El miró la lista de pasajeros y me dijo – “todos los asientos hoy tienen sonrisas y espero que seas una de ellas”.
Intercambié palabras y cuando supo que era de Miami, me comentó con curiosidad-“ por qué no escoges otra época del año para visitar Detroit”. Y es que nuestro capitán, acababa de revisar las condiciones atmoféricas en la ruta de vuelo, donde le informaba que en Detroit estaba nevando.
Con la naturaleza nunca se sabe; pero cuando los hombres respetan la leyes todo sale bien
Después de dos horas de vuelo, nuestro capitán, anunció que teníamos que desviarnos de ruta y aterrizar en el Aeropuerto de Chicago, por donde ya había pasado la tormenta de nieve. Aplaudí su cordura.
En el vuelo viajan muchos pasajeros que impacientes exigían que el avión continuara el vuelo rumbo a Detroit. El Capitán volvió a hacer un anuncio, esta vez más preciso y directo – “ los vientos no nos ayudan para seguir, yo no tengo secuestrado a nadie, el que quiera que se baje en Chicago”.
La azafata, una jóven con rostro de angel, me comentó – “un día como hoy, con una tormenta de nieve y las pistas heladas es mejor respetar a Jesús”.. Estoy contigo le dije!. Lo que ella no sabía era que en otras épocas sentía mucho miedo a volar; pero con mucha fe y confianza en la capacidad de otros, había aprendido a soltar el control. Porque el miedo a volar tiene mucho que ver con la tendencia de tener control en todas las situaciones de la vida.
Los pacientes y los impacientes tuvimos que bajar de la aeronave para esperar a que mejoraran las condiciones del tiempo.
Le comenté a otras compañeras de vuelo que era una excelente oportunidad para almorzar en el aeropuerto de “la ciudad de los vientos”, Chicago, y beber un café. me dije para convencerme más -siempre se come bien en Chicago.
Dos horas después, retomamos el viaje a nuestro destino original, pero las condiciones del tiempo no mejoraron y los vientos no colaboraban para que nuestro avión aterrizara.
Pero algo me decía que mi Capitán estaba en control del vuelo y sabía respetar a la madre naturaleza. Subimos y bajamos, subimos y volvimos a bajar. Mi compañera de viaje era una cantante norteamericana de música cristiana y me dijo, por qué no ayudamos un poquito y le pedimos a Virgin Mary, que aterrisemos pronto. La vi unir sus manos, y mirara por la ventanilla aquellas nubes que cubrían el motor del avión. Felizmente pudimos aterrizar con mucha precisión en la pista helada del aeropuerto de Detroit. Gracias Capitán, todas las sonrisas a bordo llegaron bien.