Navegando por el Miami River
Da la impresión que se quiere esconder de Miami y del mundo
El río de Miami ha estado siempre en el mismo lugar pero da la impresión que estuvo escondido del mundo por un tiempo. Después de años en el abandono, el río vive una intensa transformación.
A ambos lados de la boca del río, en el Distrito de Brickell ( Miami Circle) y en el Downtown de Miami los arqueólogos descubrieron un asentamiento y centro ceremonial de los indios Tecuestas que existió hace 2000 años.
Navegando el río de Miami
Cuando navegas por el río de Miami tienes la sensación de estar viajando muy lejos por el sin fin de puentes que tienes que atravesar, es como si dejaras la ciudad glamurosa que comienza en los rascacielos de Brickell y el Downtown para aventurarte en un Miami menos conocido.
En 1910 los habitantes que vivían en Miami bebían el agua cristalina del río pero con la rápida urbanización del Sur de la Florida sus aguas empezaron a contaminarse, a veces por desastres naturales y otras por negligencias humanas.
Hoy en día el río está en proceso de transformación y ha encontrado en la organización Miami River Commission a valiosos protectores que batallan por devolverle su belleza.
El río de Miami era un lugar privilegiado para los primeros habitantes que construyeron casas como estas con vistas al río.
Lo que a mí me gusta del río de Miami es su silencio y ese velo misterioso que lo envuelve y lo hace casi invisible de todos.
Tal pareciera que se quiere esconder de Miami y del mundo. Cuando navegas apenas ves un alma caminando o acercándose a sus orillas, con la excepción de algunos pescadores que salen al amanecer en sus barquitos de pesca desde el embarcadero de García en la zona del Lummus Park.
Cada puente que atraviesa el río tiene una historia que define a Miami como ciudad de tránsito. La historia de los vecindarios multiculturales de Allapatah (conocido como “el Pequeño Santo Domingo”), Riverside y Spring Garden donde crecieron diversas generaciones de inmigrantes y refugiados europeos, latinos y caribeños. Muchos de ellos ya no están y se fueron a probar suerte a otras tierras.
Mi amigo, el historiador de Miami, Dr. Paul George es el responsable de que muchos como yo amemos el río y sus vecindarios. Su libro Along Miami River y sus tours organizados por el museo Miami History Museum, muestran ejemplos de la arquitectura de Miami en otros tiempos.