ARTE DE VIVIRASIA

Los baños Onsen de Japón. Calientes y relajantes

Pregúntale a un japonés qué es lo que más extraña cuando está lejos de Japón y te dirán que los ONSEN,  los tradicionales baños japoneses. Saltar al agua de un baño caliente “onsen” es un arte. El baño caliente proporciona una relajación sorprendente pero no es sólo una fuente de bienestar, también puede ser un lugar para la meditación o para socializar.

En todo el país existen más de 3000 Onsen.

Muchas historias de Japón cuentan que las aguas calientes de los Onsen son milagrosas. Los japoneses van allí a dejar las penas y a quitarse los dolores. Una de las leyendas que más se conoce es la del venado que se sanó en uno de estos.

Sea cual sea la región de Japón donde se esté, siempre hay un Onsen cerca. Y es así, de onsen en onsen cómo se dibuja el mapa del otro Japón, lejos de la resplandeciente modernidad de los grandes centros urbanos o de la actividad incesante de los principales destinos turísticos. Para ello no hace falta irse muy lejos. Así, el onsen de Kusatsu, uno de los favoritos de los japoneses, está situado en la prefectura de Gunma, cerca de Tokyo.

Existen varias posibilidades para los amantes de estos baños

El onsen en el interior de un ryokan (hotel tradicional japonés). Se puede viistar sin ser huésped y es posible ir sólo para bañarse.

El onsen municipal, que, por lo general, tiene un módico precio pero un equipamiento básico.

El onsen al aire libre, todo un lujo, llamado también rotenburo, que podemos descubrir en cualquier esquina de un camino durante un paseo por la montaña. Por lo general, los baños están separados para hombres y mujeres (indicados por una cortina azul para los hombres y una roja para las mujeres), pero también se pueden encontrar baños mixtos o kon-yoku. En este último caso, el pudor obliga a utilizar una toalla.

Antes de lanzarse al agua, es conveniente conocer algunas reglas de convivencia, porque realmente el baño en Japón es un arte.

Para empezar, debe desnudarse por completo en la antesala del baño, y dejar la ropa y las pertenencias personales en una de las pequeñas taquillas previstas a tal efecto. Sólo se quedará con la toalla oblonga que normalmente le entregarán a la entrada. Después, entrará en la zona del baño propiamente dicha.

Primer paso: lavarse.

Puesto que el baño es común, es esencial que los que lo compartan estén limpios antes de entrar. Tendrá a su disposición jabón y champú, así como pequeños taburetes, donde poder sentarse para lavarse, y palanganas, idealmente de madera. Primer uso de la toalla: como manopla de baño. Una vez que se haya lavado bien, puede entrar en el baño.

¡Pero cuidado, no se precipite! Por lo general, el baño está entre 39 y 42 °C, demasiado caliente para las pieles no acostumbradas. Entre en el baño poco a poco, y una vez se haya instalado, muévase lo menos posible. Puede doblar la toalla y ponérsela debajo de la cabeza y utilizarla ocasionalmente para secarse la cara.

El baño caliente proporciona una relajación sorprendente, y los elementos que recoge el agua a su paso por los terrenos más ricos, le mineralizarán en profundidad. Transcurridos unos minutos, puede salir del baño y sentarse en el borde para contemplar la naturaleza o refrescarse con una ducha y luego sumergirse de nuevo. Cuando decida irse del baño, no olvide secarse con la toalla bien escurrida.

El baño no sólo es una fuente de bienestar, también puede ser un lugar para la meditación o para socializarse.

La mayoría de los onsen están situados en zonas naturales y podemos contemplar por la ventana (si es interior) o directamente (si se trata de un rotenburo) paisajes de gran belleza. Pero en el baño también se habla mucho, un lugar para comunicarse con otras personas, sin inhibiciones.

Si ha decidido pasar la noche en un ryokan de un balneario, vivirá una experiencia inolvidable sumergiéndose en el Japón intemporal. A su llegada, le proporcionarán un yukata, un kimono de algodón que será su única prenda durante toda su estancia. En yukata irá a disfrutar del baño, en yukata degustará la cena típica japonesa (y normalmente típica de la zona) que le servirán, también en yukata y con geta (zuecos de madera) dará un paseo nocturno por las calles del pueblo en el que se encuentre y, finalmente, en yukata dormirá en el futón extendido sobre el tatami. Otra experiencia de un onsen puede vivirla durane su visita al monte Fuji: en la región de Fuji-Hakone abundan.

Y si usted es fan del manga y de los dibujos animados japoneses, no puede dejar de visitar Dogo Onsen, en la ciudad de Matsuyama en la isla de Shikoku, cuyo magnífico baño municipal, con una arquitectura Momoyama típica, sirvió de modelo a la casa de baños de la película “El viaje de Chihiro” de Hayao Miyazaki. Además, Dogo Onsen es el onsen más antiguo de Japón.

Finalmente, si en el último momento todavía desea sumergirse en un baño, el nuevo Aeropuerto Internacional Centrair (cerca de Nagoya) pone a su disposición un gran baño panorámico (http://www.centrair.jp/en/) con vistas a las pistas de aterrizaje. Es cierto que no es un onsen real, ¡pero sí una oportunidad más para saltar al agua!

Nasu Onsen Hot Springs:

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