Isabel Allende entre la realidad y los sueños
Por Alejandro Ríos
A pesar del exorcismo de estilo que la hizo escribir “Paula” después de la muerte insospechada de su joven hija de igual nombre, Isabel Allende parece querer vivir y no tener intromisiones que la hagan recordar ese tiempo terrible donde la vio agonizar sin remedio.
La autora internacionalmente reconocida de “ La casa de los espíritus”, “Eva Luna”, “De amor y de Sombra” y “ El plan infinito”, nació en Perú en 1942 pero fue criada en Chile, Bolivia, Europa y otros sitios del mundo a donde viajó acompañando a su padrastro. Poco después del golpe militar de Augusto Pinochet en Chile (1973) se estableció en Venezuela.
No le resulta curioso que la edición en inglés de su libro “Paula” no esté identificada con algún género, como resulta habitual en Estados Unidos donde todo producto lleva su correspondiente etiqueta?
Hasta ahora todos mis libros habían sido de ficción. Este es una memoria, aunque en las librerías a veces se confundan de estantería a la hora de exhibirlo y lo ubiquen junto con las novelas. La gente me dice que se lee como una novela. Pero prometo que no lo es. Se escribió casi solo, al andar. Coinciden tres circunstancias importantes en el libro: el golpe militar (de Augusto Pinochet), el nacimiento de Andrea, mi nieta y el fin irremediable de Paula. Yo no conjuré estos elementos fortuitos, coincidieron solos. La literatura latinoamericana, más que ninguna otra, parece condenada a las clasificaciones: “realismo mágico”, lo “real maravilloso”, “la novela de la revolución” y la de “la tierra”, etc
Cómo le hacen sentir estos encasillamientos?
Me preocupa que los lectores crean que, por ejemplo,“realismo mágico” es una suerte de truco latinoamericano para cautivar al público europeo y norteamericano con nuestro exotismo. Esto lo convertiría en un artificio.
Siento la aprensión de que cierto tipo de lector espere eso de la literatura latinoamericana y obligue a nuestros escritores a tomar dicho camino. Cuando empecé a escribir ficción hace varios años me di cuenta que yo tenia una manera de fabular que se parecía mucho a mi modo de vivir y de ver la vida. Para mí, por ejemplo, los sueños son sumamente importantes. No es un truco literario el hecho de que aparezcan en mis libros con cierta frecuencia, es algo tomado de mi propia existencia. Mi mamá dice que soy panteísta porque yo creo que todo esta animado por espíritus. Todo tiene una vida interna de orden espiritual: los árboles, las piedras, los lugares, las casas, la gente. Eso se refleja en lo que escribo pero también en mi vida.
Yo, por ejemplo elijo la casa que voy a comprar porque cuando entro siento que emana de ella algo bueno.
Volviendo a la pregunta, no me gusta que me clasifiquen y me obliguen a definir un rumbo literario; tampoco quiero que piensen en esta forma de escribir como si fuera un truco y por último no quiero que me priven de mi vida privada, de lo que es parte de mi existencia.
Que puede ser materia de literatura y qué está lejos de serlo?
Nunca pienso en términos literarios. Reflexiono en términos de narración. Pienso: se puede contar esto o no se puede contar? La tortura, por ponerte un ejemplo, no se puede contar. La finalidad última de la misma es destruir la dignidad del ser humano. Es demasiado horrible y escribir sobre eso, desde un punto de vista literario o narrarlo, siquiera como un cuento, no lo puedo hacer. En algunos de mis libros hay sugerencias de ese hecho pero nunca entro en los detalles, sencillamente no puedo.Tengo el oído entrenado para la historia, para los personajes. Cuando conozco a una persona y me impresiona físicamente, me digo: este tipo lo voy a utilizar, porque tiene una cara extraordinaria. Y cuando construyo finalmente un personaje será el rostro el que entra en mi imaginación. Oigo historias. De repente alguien me cuenta una y seguro no la usaré tal cual. Pero hay algo en la misma, una emoción, un detalle, una cosita que me va a servir. Tengo el oído entrenado para eso. Y escribo así. Luego viene todo el proceso de hacer literatura.
Una vez que vuelco ese primer borrador, sale el argumento y luego empieza el problema de la literatura porque antes no me preocupé para nada de ese aspecto. Pueden ser alrededor de 600 páginas y cuatro meses de trabajo.
Luego lo imprimo y lo leo en su conjunto por primera vez y veo de qué se trata.Puedo revisar un texto durante años. Lo trabajo y lo trabajo hasta el agotamiento. Nunca lo termino, realmente, sino que me doy por vencida.No vuelvo a leer mis libros. Solamente los vuelvo a leer en inglés para revisar las traducciones. Tanto se habla de “La casa de los espíritus” que he tratado de leerla otra vez para ver qué es lo que tiene de bueno, porque no recuerdo ni de que se trata. Me aburre volver a esos libros debido a la energía y el tiempo que les dediqué.
Es usted más lectora que escritora?
No, dedico más horas al oficio de escribir, aunque leo bastante.
Me gusta hacerlo temprano en la mañana hasta las 2:00 ó 3:00 de la tarde.
La familia es la quintaesencia de la cultura latinoamericana o una superstición que nos hemos inventado para esquivar los reclamos del mundo moderno?
La familia no es una invención. Cuando nosotros emigramos hacia un país industrializado como los Estados Unidos y tenemos que adaptarnos a la llamada modernidad corremos el riesgo de perder a la familia. Esa sociedad, reemplaza de cierta forma a la familia tal y como nosotros la conocemos.
Nuestra estructura tradicional de la familia está vigente absolutamente.
Sin familia no somos nada.
Como emplea el concepto histórico en sus novelas?
No quiero que mi literatura sea objetiva, siempre es una visión personal. No tengo esa preocupación, aunque investigo y me informo mucho sobre la realidad cuando alguna anécdota de las novelas así lo requiere.
Los latinoamericanos somos de cierto modo melodramáticos.
Asimila o esquiva esa característica general de nuestra indiosincrasia en su literatura?
Por eso somos los reyes de la telenovela, del folletín. No tengo ningún problema con eso. Pienso que los grandes temas son melodramáticos. Recuerda a Shakespeare, por mucho que escriba tragedia siempre tiene un tono de melodrama, la imposibilidad, las coincidencias, las cosas que pasan en sus historias. Ahí tienes a los grandes escritores rusos y los ingleses. Todos son bien melodramáticos. Lo único que los salva es la forma en que hacen sus obras.
Lloro igual con Dostoievsky que con la telenovela. La emoción está ahí. Aunque al escribir uno intenta hacer literatura y no quiere ser acusada de escribir melodramas en su perfil más vulgar.La adaptación al cine de su novela “ La casa de los espíritus” contó con un director y reparto excepcionales, sin embargo la crítica la ha tratado con cierta rudeza.
Cuál es la opinión de quien tiene sobrada razones para estar de acuerdo o no con la versión?
La película ha sido un éxito en Europa y Suramérica, mientras aquí en Estados Unidos ha sido bastante maltratada. Yo creo que es un problema de racismo. Se le recriminó que no tuviera actores hispanos. Hubo incluso reclamaciones por parte de aquellas que se encontraban sin trabajo. Esa circunstancia creó un estado de opinión negativo con el elenco de la película.
Pienso que los críticos respondieron de tal modo porque no vieron reflejado en el filme lo que ellos creen que es América Latina.
La crítica de los Estados Unidos es muy ignorante de lo que somos nosotros como pueblo y como raza y esperaba encontrar los acostumbrados estereotipos latinoamericanos en “ La casa de los espíritus”. Les resultó extraño ese lugar parecido a Europa, pero así es Chile, Uruguay y Argentina.
Cuando el director de la película fue a Chile se llevó un chasco tremendo. Se llevó una desilusión porque no esperaba encontrar gente de ese color, con ese aspecto ni que tuvieran ese modo de vida. Esperaba algo mucho más exótico desde su punto de vista escandinavo. Al final fue fiel a lo que vio y fiel al libro que tampoco habla de indios con plumas”
Por qué funcionó tan bien “Como agua para chocolate”?
Primero porque es una buena película pero sobre todo, pienso yo, por el tono humorístico en que está narrada. Explota todo lo que tiene que ver con la idea preconcebida que se tiene de la cultura mexicana y eso es perfecto para el público norteamericano.
Por eso creo que hay un problema de racismo cuando se rechaza la versión cinematográfica de “La casa de los espíritus”. Hay personas que esperan de nosotros algo así como el “ síndrome de Carmen Miranda”, que salgamos con plátanos y frutas en la cabeza.
Después de esta experiencia, autorizaría que otra obra suya fuera trasladada al cine?
Bueno acaban de hacer otra película basada en mi literatura. El reparto de esta es totalmente de origen hispano con excepción de la protagonista, que se parece tanto a mi hija Paula, es algo impresionante. La filmó una directora cuya primera lengua es el español, se crió en Venezuela aunque es estadounidense de nacionalidad y se realizó entre la frontera de Chile y Argentina. La directora se llama Betty Kaplan y Antonio Banderas es el protagonista masculino. Yo encuentro que la película es maravillosa.
Ahora hay opciones para hacer “Eva Luna”. Anthony Quinn está interesado. También hay la idea de hacer una miniserie para la televisión brasileña sobre “La casa de los espíritus”.
Cuáles serían las ventajas y las desventajas de la literatura cuando es comparadas con otras manifestaciones de la cultura?
Una de las mayores desventajas es que llega a poca gente. Los libros son muy caros y pocas personas tienen el hábito de la lectura y otras ni siquiera saben leer. Ese es el inconveniente mayor. Todo este esfuerzo brutal que significa escribir, si tienes suerte, llega solamente a tus amigos.
Si los libros se venden durante años puedes considerarte muy afortunado. Porque una obra puede tener un impacto formidable en un momento determinado y luego pasas sin penas ni glorias. La ventaja de la literatura es que cuando un libro se publica y se conecta con la imaginación de la gente en algún momento histórico específico, queda, permanece, mucho más que el cine y la televisión.
Entonces usted es de las personas que piensas que el libro no perecerá al competir con otros medios de entretenimiento más seductores del mundo moderno?
Es posible que la forma cambie no tengamos un objeto que se llame libro, con páginas. Tal vez tengamos que prender una computadora. Pero siempre existirá algún medio que establezca esa conexión privada, íntima, entre dos personas que es la lectura. Eso de poder volver a la página anterior, que tu puedas proyectar en el texto todo lo que eres como ser humano, todo tu pasado, tu memoria, tu indiosincrasia, tus vicios y tus virtudes. Crear con el autor ese texto cada vez que lo leas. Eso tiene que permanecer.