Audemars Piguet continúa fabricando relojes vanguardistas en el Valle del Jura, en el mismo entorno rural de hace 140 años. Un valle tranquilo que se mueve a la par de las manecillas del reloj. Uno de los más inventivos, precisos y complicados relojes del mundo.
Bajo los cielos estrellados del Jura solamente las manos pacientes de los maestros relojeros han podido conquistar la inmensidad del cielo y recrearla en los módulos de los relojes en pocos centímetros de ancho.
Antonio Steward: “Nosotros hacemos ciencia; pero ciencia con estética. Nosotros siempre hemos empujado los limites estéticos del diseño de la alta relojería. Siempre hemos tomados riesgos”.
Cómo Audemars Piguet ha podido sobrevivir en el mundo moderno?. La lucha y la inventiva de sus artistas relojeros es una historia apasionante.
Mientras converso con Antonio en Watches & Wonders nos rodean proyecciones fantásticas de los bosques suizos del Jura creadas por el artista audio visual inmersivo Quayola. Sus impresiones en láser de alta precisión muestran el universo natural de la pequeña villa de Le Brassus al Norte de Ginebra, donde están los orígenes geográficos y culturales de la firma relojera. Quayola se inspiró en esa tensión que existe entre lo viejo y lo nuevo.
Estos bosques nevados, que fueron los primeros recursos naturales de los relojeros en 1800, hoy en día aportan la madera que se necesitan para calentar de un modo sostenible los talleres y las casas de la villa en los largos inviernos.
Antonio: La naturaleza y el entorno del Jura tienen una importancia muy trascendente para nosotros. La razón principal de eso es que somos la última gran casa de la alta relojería Suiza que está en manos de la familia fundadora. Jazmin Audemars es la bisnieta de Jules-Louis Audemars y Olivier Frank Edward Audemars es el bisnieto de Edward Piguet.
Ellos no son gente que tiene una filosofía de acumulación, no son gente que tienen una filosofía de objetivos financieros. La visión de ellos siempre dicen es la preservación de las fuentes de trabajo en el Valle de Jura, la preservación de los oficios, que caracterizan nuestro arte y esa relación muy personal y muy humana a la naturaleza y al valle y a las montañas que han generado lo que es hoy en día la alta relojería de ese valle.
Cómo fue que empezaron a crear las máquinas de tiempo?.
Antonio: En el siglo 18 el Valle del Jura fue poblado por refugiados que eran perseguidos por la Francia católica y se refugiaron allí y como el clima era muy inclemente y no podían trabajar la tierra empezaron a trabajar los relojes, la construcción de los movimientos. Cuando se derretía la yerba ellos iban caminando a Ginebra a llevar sus movimientos hechos a mano. No habían recursos naturales, había hierro, madera.Y con esos recursos ellos empezaron.
Qué relación existe entre el tiempo, los relojes, el universo y las estrellas?.
Antonio: Los relojes son instrumentos de medición de tiempo. Qué es el tiempo. Cómo medirlo?. Que´es lo que medimos?. Un día son 24 horas. Es una rotación de la Tierra sobre sí misma. Un mes son 30 días. Es una rotación de la Luna alrededor de la Tierra. Un año es una rotación entera de la Tierra alrededor del Sol.
“Entonces en verdad, la hora, los minutos son determinaciones humanas pero que en verdad reflejan realidades astronómicas”
Es interesante como esta compañía con el capital que tiene, pudiendo irse a París o a Ginebra o a cualquier otra gran capital sigue en un lugar tan remoto como el Jura?
Antonio: Si nosotros nos fuéramos a París o a Milano perderíamos nuestra alma, perderíamos nuestra razón de ser. Seríamos simplemente una marca más de un grupo más. Nuestra identidad, nuestra pertenencia. La gente tiene los mismos nombres dentro de la fábrica.
El señor Audemars decía – que no se preguntaba a un niño que iba a ser cuando fuera grande porque todo el mundo sabía que iba a ser relojero.
La gente que hoy en día trabaja en Audemars Piguet, son todos descendientes de esos refugiados. Y…eso es irremplasable!.
El mensaje de Audemart Piguet va más allá de las montañas del Jura.
En el 2014 se creó la la Comisión de Arte de Audemars Piguet que apoya obras excepcionales que crean impacto sobre el cambio climático. Las obras se presentan al público en las ediciones de Art Basel en Basilea, Hong Kong y Miami Beach. En el 2018 la comisión presentó una instalación del artista argentino Tomás Saraceno en la playa de Miami Beach.
Por qué la compañía tiene esa conexión tan fuerte con el arte?.
Antonio: Nos identificamos con el arte contemporáneo. Nuestra filosofía de marca es nuestro lema – “Para romper las reglas primero hay que dominarlas” y el arte contemporáneo es un poco eso. Nos gusta tener nuevas ideas, nos gustas transgresar, nos gusta ser diferentes. Nos gusta la belleza, nos gusta la cultura y la relación que tenemos con nuestra comisión de arte contemporáneo, nuestro patrocinio con Art Basel. En todo esto se refleja nuestra pasión por el arte.
Lo que quiere Saraceno es tener impacto, que la gente empiece a cambiar su manera de pensar. Y el ser humano es muy cortoplacista. El ser humano solamente reacciona cuando es demasiado tarde, cuando su vida está cambiando. Cuando la vida está cambiando ya es demasiado tarde.
Debemos de apoyar este tipo de ideas y de proyectos. Estamos totalmente de acuerdo con el mensaje de Tomás. El planeta es uno, es nuestro planeta y no tenemos el derecho de arruinarlo. Tenemos que encontrar maneras.
Y además es el segundo año que hemos hecho una obra en Miami Beach para concientizar sobre el cambio climático. En Art Basel del 2017 apoyamos una obra del artista de Los Angeles, Lars Jan que se llama “Slow Moving Luminaries” y es una metáfora de como las ciudades caen bajo el agua, Venecia , Alejandría, Miami… como resultado de la acción humana.
La fundación de Audemars Piguet está haciendo un trabajo en el mundo para la conservación de los bosques y y la biodiversidad junto a IUCN. Tu estuvistes en América Latina donde. Tienen proyectos en América Latina.
Antonio: Lo hemos hecho en Colombia, en Brasil y en México. Pero la verdadera generosidad es la discreción y el trabajo de la fundación nunca nos enteramos. Y Jazmín no quiere que los que estamos haciendo se use con fines comerciales y eso es un poco la definición del altruísmo sincero. Nuestro objetivo no es vender más relojes, sino preservar, donde se pueda preservar la biodiversidad y los recursos naturales.
Hablemos del nuevo reloj que están presentando en Watches & Wonders – Code 11.59.
Nos tomo 7 años de cambios, de ideas.“1159” es un acrónimo, vivimos en un mundo de acrónimos. Es un reloj muy humano. No tiene marcos porque es un referente al mundo contemporáneo donde todo es abierto.
Nosotros existimos desde 1875. Nos hemos caracterizado por una historia de diseños atípicos. Siempre hemos empujado los limites estéticos del diseño de alta relojería. Siempre hemos tomados riesgos y el reloj redondo lo habíamos dejado de hacer durante años porque nosotros nos caracterizamos por la venta de relojes de Royal Oak, que es el reloj octogonal. Entonces dijimos que queríamos volver a un reloj redondo; pero no a cualquier reloj redondo. Tiene que ser un reloj que se reconozca como un reloj de Audemars Piguet, a pesar de ser un reloj redondo como hay tantos en el mercado. Y esa personalidad la puedes ver a través de la caja.
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En 1892 Audemars Piguet crearon el primer reloj de pulsera de repetición con minutos.
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En 1915 idearon el movimiento de repetición de cinco minutos más pequeño jamás realizado hasta la fecha.
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En 1972 crean el Royal Oak, el primer reloj deportivo fabricado en acero.
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En 1986 crean el primer reloj de pulsera ultra – plano de tourbillon con carga automática.
(Esta entrevista es parte de una serie dedicada a la relación que tiene el hombre con la Tierra y el Cosmos. Su espíritu innovador, resiliente y altruísta en la sociedad moderna a favor de un planeta sostenible).