Naturaleza

La naturaleza vuelve a respirar. La Tierra cambia su vibración

Los animales han descansado de los sonidos artificiales producidos por los humanos y la vibración de la Tierra ha cambiado

Mientras la humanidad lucha contra la pandemia que no tiene pronóstico definido, la naturaleza toma un respiro, a favor de la vida en la Tierra. Esto es lo que están descubriendo los sismólogos y lo que está compartiendo la gente desde sus casas.

En todas las ciudades del mundo la gente ha visto desde sus casas cómo la naturaleza sigue su curso y esto ha sido un rayo de esperanza ante la presión spicólogica de la incertidumbre

De donde han salido tantas aves cantando? Mucha gente se creía que ya no habían aves en las ciudades. Desde el piso 25 de un apartamento en Wuhan, China una mujer escribió esto mientras estaba en cuarentena – “En este momento escucho pájaros fuera de mi ventana (en el piso 25). Solía pensar que no había realmente pájaros en Wuhan, porque rara vez los veías y nunca los escuchabas. Ahora sé que el tráfico y la gente los silenciaron y los desplazaron. Todo el día escucho pájaros cantando. Me detengo a escuchar el sonido de sus alas”.

La naturaleza no puede esconder lo que siente

Los sismólogos han descubierto que sus medidores están registrando una reducción de las vibraciones en la Tierra causadas por la actividad humana. Algunos hidrofónos en el mar reportan evidencias similares. La bioacústica aportará otros datos valiosos. Michelle Fourner, Biólogo Marina de Cornell que estudia el comportamiento de las ballenas pondrá sus equipos para investigar las frecuencias nuevas. Desde que empezó la cuarentena mundial se están registrando menos de 68 decibeles en las horas críticas. Antes de la cuarentena los sismólogos no podían escuchar un temblor de 5. 5 al otro lado del mundo; pero ahora lo pueden escuchar.

El mundo moderno en frenezí emite demasiado sonidos que impiden que se escuchen los sonidos vitales.

Desde que el mundo comenzó a vivir en silencio, algunos sismólogos del mundo y científicos que estudian la contaminación de ruidos en el mar, no han perdido un minuto estudiando las vibraciones de la tierra para establecer comparativos que no existían.

El mundo en silencio le ha permitido hacer un trabajo que no podían ya registrar en sus equipos. La contaminación acústica les impedía medir movimientos importantes en la tierra como volcanes y sismos.

La contaminación acústica afecta la capacidad de supervivencia de la vida salvaje. En el Océano se registran ruidos de 235 decibelios que se consideran responsables del suicidio masivo de ballenas.

“Te imaginas, si esto ayuda a la sensibilidad de un equipo que ahora puede detectar mejor temblores de tierra y actividad volcánica, como ayudará a un animal que depende de las ondas en la Tierra y en el Océano para orientarse. El exceso de ruido que produce el entrenamiento con SONAR y el tráfico excesivo de barcos interfiere con las actividades vitales de la vida marina como ballenas y los delfines. Estos se ven particularmente afectados por la contaminación acústica. Son mamíferos marinos que utilizan la ecolocalización para su sobrevivencia: buscar comida, navegar por el Océano, viajar por las rutas migratorias y encontrar pareja”. comenta un estudiante de biólogía de UM.

Con el aislamiento los humanos nos comunicamos a través de la tecnología moderna, pero la tierra tiene una música, un modo de comunicación para aquellos que la escuchan mejor, los animales.

Los animales han descansado de los sonidos artificiales producidos por los humanos. Los pájaros podrán tener más crías, el corazón de las orugas latirá más lento. Será más fácil encontrar comida, pareja y descubrir donde están los depredadores.

“En un intento por ser escuchados los animales están cambiando el modo de comunicarse para competir con los ruidos urbanos. Las ballenas dejan de cantar cuando se acercar los barcos cargueros y de recreación”.

Pero la preocupación del mundo moderno ha sido siempre una – “llegar más rápido”. Ya no se respeta el ritmo de las estaciones. La ciencia ha demostrado los efectos nocivos pero el comercio domina la mente de la gente.

Las ciudades modernas no han echo mucho por combatir la contaminación acústica. Según WHO (Organización Mundial de la Salud), esta es una amenaza subestimada que reduce la calidad de vida humana. El estrés, la depresión y la ansiedad en humanos y animales es impresionante.

Los límites que no vemos – la alta velocidad y las vibraciones artificiales. Los trenes subterráneos causan de 90 a 115 decibelios.

La “vibración del suelo” se ha venido estudiando desde hace mucho tiempo, en especial la que causan los trenes cuando viajan a alta velocidad. Una velocidad más alta que las ondas de superficie donde estos se apoyan. Un importante problema ambiental asociado con la construcción de nuevas líneas ferroviarias de alta velocidad.

“Te imaginas la vida en una ciudad moderna, en una mega ciudad con trenes subterráneos y sirenas. Es como vivir entre truenos y relámpagos constantes. A esto se suma la construcción en muchas ciudades del mundo de líneas de trenes de alta velocidad” –

La pandemia también detuvo los trenes bala, o trenes de alta velocidad del mundo que causan ruidos no tolerables y que han sido registrados en los sonómetros. En Alemania, Italia, España y otras países. En China un tren de alta velocidad que viaja de la ciudad de Guangzhou a Wuhan a 350 kilómetros por hora fue detenido durante la pandemia en Enero.

Los geo científicos ahora tienen un modelo de referencia a su favor para presentar las evidencias que comparan el antes y después del “paro mundial del 2020 y que testifican la necesidad de establecer límites a la actividad frenética de nuestras sociedades”.

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