Ubicada en la ribera norte del espectacular Lago de los Cuatro Cantones, Lucerna es uno de los destinos más visitados de Suiza, y en esta oportunidad, Fama Magazine tuvo el privilegio de pasar unos días en esta bella ciudad para poderles contar sobre algunos de sus puntos turísticos más destacados que no te puedes perder en tu próxima visita a este encantador país en el viejo continente.
Sus orígenes se remontan al medievo, en torno al siglo IX, y su fisonomía y arquitectura la convierten en una de esas ciudades que parecen ser un refugio a salvo del paso del tiempo.
En Lucerna confluyen varios elementos que lo hacen un destino soñado para los amantes del turismo: su privilegiada ubicación, rodeada por los paisajes alpinos de los montes Pilatos, Stanserhorn y Rigi; su simbiosis con el lago, la rica historia que respiran sus calles y edificios más antiguos…
Uno de sus principales signos de identidad son sus famosos puentes cubiertos. En especial el Kapellbrücke o Puente de la Capilla, el monumento más conocido de Lucerna. Es el puente de madera más antiguo de Europa, ya que se construyó en 1365, y uno de los más largos, con más de 200 metros.
Subiendo hacia el Monte Pilatus
Entre todos sus atractivos, sin duda destaca el cercano Monte Pilatus, uno de los entornos naturales más hermosos de la Suiza central, marcado a partes iguales por la belleza y el misticismo y que no deberías perderte si viajas a Lucerna. Este fue el punto principal de nuestra visita a Lucerna en esta ocasión. Para llegar allí existen mayormente dos alternativas. La primera de ellas a considerar es un placentero viaje en una embarcación desde Lucerna, que te lleva a través de hermosos escenarios naturales contemplando imponentes montañas adornadas con bellas edificaciones que denotan la tradicional arquitectura suiza. La mayor parte de este trayecto permite al visitante capturar impresionantes imágenes fotográficas dignas de publicar en una postal. El costo aproximado de este viaje es de unos $26 dólares con la opción de pagar una ‘primera clase’ con un costo adicional de unos $13 dólares, lo que te permite subir al segundo piso de la embarcación, disfrutar de cierta privacidad y, ante todo, la posibilidad de tomar mejores fotografías desde la parte alta. La segunda y más económica opción para llegar al monte Pilatus es mediante el tren, cuyo boleto puede costar unos $6 dólares.
Estando ya en la parte baja del monte Pilatus, nos encontramos con su principal reclamo turístico: el tren cremallera que sube hasta la cima y que está considerado como la línea de ferrocarril con más pendiente del mundo. Esta proeza de la ingeniería acaba de cumplir los 125 años de vida. El viaje inaugural tuvo lugar en 1889, con un sistema de locomoción a vapor que a partir de 1937 pasó a ser eléctrico.
Un siglo y cuarto después sigue asombrando igual que el primer día a todo aquel que tiene la oportunidad de realizar el trayecto de ascenso, que tiene una longitud de 4,6 kilómetros durante la que el tren salva un desnivel de 1.635 metros, con pendientes de hasta 48 grados de inclinación. Con ese dato, unido a los espectaculares paisajes que se pueden contemplar desde los vagones, seguro que puedes hacerte una idea de las emociones que depara la subida.
También existe la posibilidad de subir en teleférico, la opción que normalmente se utiliza en los meses de invierno. Precisamente, ahora se está llevando a cabo un proyecto para modernizar este medio de transporte, que se espera que esté culminado en 2015.
Una vez en la cima, y también en la estación que existe a medio camino, además de contemplar las inigualables vistas los turistas también tienen una variada oferta de actividades de ocio para realizar. Rutas de senderismo, un parque de aventuras para toda la familia, descenso en trineo durante el invierno y hasta un tobogán gigante de 1.350 metros de largo para el verano.
Otra experiencia inolvidable es pasar la noche en este auténtico paraíso terrenal, algo que puede hacerse en el histórico Hotel Pilatus-Kulm, ubicado cerca de la cima. Sin duda pocos hoteles en el mundo ofrecen vistas más hermosas que este, ya sea en verano o invierno, algo que puede hacerse desde aproximadamente 140 euros la noche. El hotel fue construido en 1890 y totalmente reformado en 2010, aunque mantiene intacto su espíritu original.
La cima del monte alcanza los 2.132 metros de altitud (7 mil pies), ofreciendo a quienes llegan hasta ella unas asombrosas vistas de la ciudad, el Lago de los Cuatro Cantones, los verdes Alpes…
El nombre de este monte se debe a la creencia popular de que el Poncio Pilato permanece enterrado allí. Según la leyenda, su cuerpo fue enterrado en un principio en el río Tíber, que cayó presa de la maldición de su espíritu, desencadenándose una serie de devastadoras tormentas. Su cadáver fue trasladado entonces hasta el río Ródano, donde la maldición volvió a repetirse. Finalmente se decidió que un pequeño lago de esta recóndita montaña de los Alpes era el lugar más idóneo para dejar el cuerpo y que su atormentada alma causara los menores estragos posibles.
Pero fue en vano, y el espíritu del gobernador romano siguió desatando terribles tormentas. Hasta tal punto llegó el terror a la maldición de Pilatos que las autoridades de Lucerna prohibieron la ascensión a este monte, y no fue hasta el siglo XVI cuando se derogó esta medida, una vez que los temporales dejaron de azotar la zona.
Esta no es la única leyenda que rodea al Monte Pilatus. También existe una criatura mitológica inevitablemente unida a este paraje suizo: el dragón. Según diferentes crónicas, los habitantes de la zona vieron en diferentes ocasiones durante la edad media a estos seres alados sobrevolando sus tierras. El primero de estos avistamientos tuvo lugar en 1421, cuando el dragón incluso habría dejado a su paso un trozo de sangre coagulada, a la que se atribuyeron poderes curativos.
Seas supersticioso o no, el Monte Pilatus ofrece motivos de sobra para ser visitado, además del encanto que le otorgan estas leyendas.
Swiss Pass
Por último, antes de acabar este recorrido por Lucerna y el Monte Pilatus, te recomendamos que si estás planeando visitarlos y pasar unos días inolvidables en Suiza, adquieras el bono de transporte Swiss Pass. Con este billete tendrás acceso a todos los trenes, embarcaciones y autobuses de Suiza, lo que ofrece una gran comodidad y un ahorro que definitivamente cuidará tu bolsillo. El Swiss Pass se puede adquirir para diferentes periodos de tiempo, desde cuatro días hasta un mes, por lo que puedes elegir el que mejor se adapte a tu viaje.
En conclusión, debemos admitir que Lucerna nos ha gustado mucho. Es una ciudad encantadora con bellos parajes que harán de tus próximas vacaciones una experiencia muy especial. Para nadie es un secreto que al pensar en el turismo europeo muchos piensan primero en destinos ampliamente populares como Francia, Alemania, España, Inglaterra o Italia, pero definitivamente queremos recomendar un país como Suiza para tu lista principal de lugares a visitar.