Dulce María pide a SeaWorld que libere las Orcas
Dulce María se une a PETA Latino en un boycott contra SeaWorld para que abran sus tanques y liberen a las orcas en santuarios marinos.
“El hecho de pensar vivir encerrada toda mi vida en un lugar reducido donde no puedes prácticamente ni respirar, ni moverte, ni estirarte, ni ser tú, es antinatural, es una crueldad”
En una bañera confinada, al igual que una orca en un tanque de cemento, Dulce envía un mensaje al parque acuático diciéndole:
“El cautiverio hace daño.Tener animales altamente inteligentes y sociales encerrados en recintos desolados, es cruel”
Los parques marinos les enseñan a los niños todas las lecciones equivocadas como que es aceptable encerrar a los animales; privarlos de la libertad de movimiento y pensamiento; negarles la oportunidad de establecer su territorio natural y de explorar; de reproducirse y separase cuando nosotros, y no ellos, lo decidan; y verlos enloquecer de aburrimiento y soledad”.”.
Bajo fuertes críticas y presiones SeaWorld ya se ha visto obligado a terminar con varios programas en California en su parque de San Diego como el de reproducción de orcas y el espectáculo teatral con ellas.En el 2015 se llevó al Congreso de Estados Unidos una propuesta: prohibir la crianza y la importación o exportación de ballenas y su captura en su hábitat natural. La ley contra la crianza de Orcas en cautiverio fue aprobada en el Estado de California donde SeaWorld ha tenido que cambiar su política.
En el 2013 el documental Blackfish, cuya “estrella”, Tilikum, murió recientemente después de 33 años en un tanque de concreto ya había condenado el abuso con las Orcas.
El año pasado pusieron a dormir a Kasatka, una Orca de 42 años. SeaWorld dijo que decidieron sacrificarla porque su salud y apetito disminuyeron a pesar de los tratamientos. Kasatka fue capturada cerca de Islandia y traída a SeaWorld en 1978.
Desde el 2008 estaba enferma de una supuesta enfermedad pulmonar. Pesaba 4,850 libras y trabajaba en ocho espectáculos cada día. En 1999, Kasatka atacó a su entrenador Ken Peters, arrastrándolo bajo el agua durante un espectáculo.
PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) ha dicho que SeaWorld tiene que tomar una decisión definitiva porque las orcas continúan nadando en círculos y rompiendo sus dientes mordisqueando las paredes y barras de metal por frustración. A algunas le tienen que administrar drogas para calmar la ansiedad que provoca vivir una vida artificial.
A esto se suma la muerte de un oso polar después que su compañero de 20 años fuese arrancado de su lado.
Desde el 2012 SeaWorld ha estado en la mira cuando se publicó el libro de David Kirby, “Death at SeaWorld: Shamu and the Dark Side of Killer Whales in Captivity ”.
© Heather Murphy, Ocean Advocate News – Fotos.