Un mar de velas protege los viñedos franceses de las heladas
En Saint Emilion, un viticultor enviaba un mensaje alentador a todos los etnólogos de Francia: Coraje, valor viticultores de Saint Emilion y Francia, esta noche lucharemos para salvar la producción de la helada. Desde el Valle del Loira a Borgoña, los pequeños y las grandes casas de vino compartieron mensajes como estos en los medios sociales. Unos a otros se dieron ánimo, mientras hacían ronda en sus viñedos. Al amanecer todos contaban un día menos de lucha, aferrados a la esperanza de salvar la cosecha.
Desde el 2017, las heladas de primavera cada vez son más comunes en las regiones productoras de vino en Francia pero los viticultores no se dan por vencidos y han recurrido a la sabiduría ancestral para evitar que los indefensos brotes no queden congelados. Todos coinciden que la helada del 2021 ha sido la peor que recuerden. En Pommar un fotógrafo local, pudo captar las imágenes de cientos de velas alumbrando los campos de vid y las compartió en su cuenta de Instagram.
Cuando la alerta de la helada fue anunciada en un parte del tiempo, los enólogos recurrieron a un método tradicional para evitar que las bajas temperaturas no destruyeran la cosecha. Cientos de velas y antorchas en latas se encendieron cerca de las enredaderas de vid esperando que el humo y el calor impidieran que las temperaturas frías llegaran al suelo. Para los pequeños productores es un sacrificio, por cada hectárea un viñedo necesita entre 300 o 400 velas. Hay que colocarlas, encenderlas y apagarlas. Todo este esfuerzo vale la pena si la cosecha se salva.
A pesar de los esfuerzos y el costo, esta vez la naturaleza fue mucho más fuerte.
La vid es muy sensible a los cambios climáticos
En invierno las vid se duermen pero una helada en primavera puede destruir los delicados brotes. Algunos viñedos reportaron que su variedad Pinot Noir aún no había brotado; pero los resultados se podrán saber con el transcurso de las semanas.
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