Visualizando el regreso de Lolita, ‘Sk’ali Ch’elh-tenaut al mar donde nació
En febrero, estando yo en las costas de Virginia Key al amanecer, triste porque Sk’ali Ch’elh-tenaut (Lolita) había sido puesta en 24 horas de vigilancia por su estado de salud. No se tenían noticias transparentes y creíbles, que no fueran las oraciones y las peticiones mundiales, entre ellas las del periodista Luis Aguirre, que transmitiendo en vivo desde el Miami Seaquarium pedía la presencia de un veterinario independiente.
Una manada de aves que parecían migratorias, volaron sobre el tanque donde se encontraba Lolita, quedándose una detrás. Se podía sentir la algarabía, como si tuvieran algo que decir. Ellas veían desde la altura, lo que yo no podía ver.
Luego, desaparecieron en dirección hacia el Océano Atlántico. Me dije – Si estas aves tuvieran fuerza para sacarla de ahí. Escribí el nombre de Toki en la arena mientras las olas lo cubrían. Cerré mis ojos y vi a Lolita integrarse a un grupo de Orcas que viajaban alegres por el estrecho de Juan de Fuca. Una paz inundó mi alma.
Unos días después, el colectivo Until Lolita is Home y Alejandro Ariel Dintino, activistas en el movimiento de liberación de Lolita nos dieron la buena noticia que estaba viva. Las imágenes de un drone mostraban a la Orca dándole vueltas al tanque. Nos llenó de alegría.
Inspirada en los testimonios de las mujeres sabias del pueblo Lummi, que dicen que ‘Sk’ali Ch’elh-tenaut (Lolita) no ha olvidado las canciones que aprendió de su madre, y esto la mantiene viva, escribí una poesía que refleja mi visualización de su libertad ( para ilustrarla seleccioné algunas pinturas de artistas y fotos de Salish Sea Orca Squad Protection Society
Miles de sus defensoras en el mundo también han visualizado el reencuentro que Toki tendrá con su madre Ocean Sun y aseguran que la querida Orca, siente cuando sus defensores están cerca.
Sk’ali Ch’elh-tenaut, Tokitae. El retorno a las aguas del Salish Sea
Una gaviota en Biscayne Bay trajo el mensaje cantando
Era al amanecer cuando vi a una manada de aves volando sobre el Miami Seaquarium.
Un nativo americano bendiciendo el agua decía:
El agua necesita respirar para sentir la fuerza divina
Un arcoiris se elevaba entre el mar y la Tierra
con su luz, alumbraba el mundo sin color en la prisión de las ballenas
el cemento del tanque se convertía en arena
El viento había rajado el telón con olas que pintaron en la tela
Su nombre de espectáculo ya no estaba en carteleras
56 años forzada a jugar los juegos de los hombres
Sk’ali Ch’elh-tenaut ya no girará más en el agua muerta
todo lo que tiene vida se va con ella
cuando abra los ojos, una sonrisa se dibujara en su rostro de ballena
Las aguas profundas del Salish Sea me esperan
Los hombres no dirán más a donde me llevan
mi música, será los cantos de las Southern Resident Whalesque alegría tan grande, en las islas de San Juan está mi madre
Nadaré libre en los jardines de flores marinas