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San Sebastián/ Donostia, una sobreabundancia de riquezas

Dos horas de lindos paisajes marcaron el camino de Elciego a San Sebastián, destino reconocido como “La Joya del País Vasco”.

Decir sobreabundancia de riquezas no es exageración. Donostia ofrece inolvidables experiencias, diversidad de recursos naturales, culturales y gastronómicos que la hacen única en el mundo.

Nuestro viaje a San Sebastián tenía un propósito firme. Durante un mes experimentaríamos el estilo de vida cotidiana de los residentes.

Plaza de la Constitución en el centro de la Parte Vieja

El primer día caminamos por el Casco Viejo y la Playa La Concha, haciendo paradas descubrimos los famosos pintxos y txakoli. La pura verdad es que en cualquier callejón encontrábamos docenas de establecimientos que deleitaban al más exigente de los paladares.

Es de esperarse que una región bendecida con tierras fértiles y mares de abundantes frutos engendraran una cultura culinaria de categoría mundial densamente poblada por 18 estrellas Michelín.

Si bien nos mantuvimos activos andando y pedaleando a todas partes, nos dedicamos seriamente a la degustación de la famosísima cocina vasca tradicional. Inclusive, mi esposo tomó clases en la renombrada academia y centro culinario MIMO, ubicado en el histórico Hotel Maria Cristina, un edificio de la Belle Epoque.

Temprano en la mañana los locales visitan los mercados tradicionales de toda la vida. Los productos son de temporada y frescos. Todos salen a comprar las verduras, las frutas, la carne y el pescado.

De paseo por los puentes del río Urumea y la Playa de la Concha

El río Urumea recorre toda la ciudad y desemboca en el mar Cantábrico. Los locales de los barrios de Loiola, Martutene y Txomin- Enea por donde pasa el rio, disfrutan las caminatas por las arboledas siguiendo la Ruta Verde Interactiva.

6 Puentes modernos y antiguos: Mundaiz, María Cristina, Santa Catalina, Royal Society, Zurriola, Lehendakari Aguirre.

Vista del río Urumea con sus tupidas arboledas y paseos.

La Playa de la Concha, la más famosa y la de Ondarreta son parte de la Bahía de la Concha con su paseo marítimo.

Un recorrido por la Parte Vieja de San Sebastián. Visita a la Basílica de Santa María y a la Catedral del Buen Pastor.

Vista área del Monte Urgull, el puerto y la Parte Vieja. (Foto Turismo San Sebastian)

En la Parte Vieja de la ciudad se encuentra la Basílica de Santa María, construida en el siglo XVIII con un estilo barroco y unos retablos impresionantes. En la fachada se puede ver una escultura de San Sebastián, mártir. Las ofrendas florales no faltan en el altar de la patrona de la ciudad, la Virgen del Coro. Una amplia colección de obras de arte medieval y contemporáneo pueden se apreciadas en el Museo de la Basílica, desde el Greco hasta Chillida y son parte del patrimonio de España.

Basílica de Santa María
La catedral del Buen Pastor es el edificio más alto de San Sebastian con su aguja de 75 metros. Fue inspirada en las catedrales del gótico en Alemania y Francia.

¿ Es difícil elegir a dónde ir en un lugar de ensueño, con bahía, playas, ríos, lagunas, montañas, bosques, montes y parques naturales?.

Hay que conocerlo todo pero una parada en Urdaibai y el Geoparque de la Costa Vasca vale la pena. Son encantadoras rutas con paisajes inolvidables de playas con vistas al mar Cantábrico.

El Geoparque con sus impresionantes acantilados es un tesoro de nuestro planeta apreciado por los científicos. En las rocas se han descubierto los secretos de nuestro planeta, como la extinción de los dinosaurios y la formación de los Pirineos. Una historia de 60 millones de años.

Foto del Geoparque de La Costa Vasca: Turismo San Sebastián.

Reconocidos como uno los destinos de ecoturismo que más atraen a amantes de la naturaleza de todos los lugares del mundo. Urdaibai es una Reserva de la Biósfera por la Unesco.

Muchos llegan aquí buscando inspiración y siguiendo un camino espiritual.

Además del senderismo y el cicloturismo, estas localidades son puntos de inspiración para quienes siguen el camino espiritual o para los artistas que plasman sus encantos en lienzos, novelas y documentales. Ni se diga de los eruditos en materias de historia, arquitectura y antropología.

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