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Vivir en Estonia donde los colores cuentan historias

En Estonia, Tallinn y en sus islas en el Báltico, muchas cosas han cambiado en su estilo de vida moderno, pero otras no: la conexión espiritual que la mayoría de los estonios continúan teniendo con el mundo natural, a pesar que la ciudad es una de las más digitalizadas del mundo, hasta en los bosques existe conexión de internet.

La naturaleza es la maestra de muchas enseñanzas. En el largo e intenso invierno les enseña a tener paciencia, a valorar y agradecer la presencia de la luz. El color rojo trae la alegría a los días más grises.

En estas tierras nórdicas los colores del mundo natural elevan el espíritu e inspiran a nuevos artistas a continuar las tradiciones ancestrales para que no desaparezcan de los tejidos y las canciones folklóricas.

Ir al bosque es parte de la vida, la conexión con el mundo natural continúa en las nuevas generaciones. (Foto Estonia Turismo)

El bosque es un lugar sagrado y los árboles y la tierra son objetos preciados que poseen poder. Para ellos la hora dorada (las puestas de Sol) y la neblina rosa son un baño de gloria.

“La naturaleza es una pintura para nosotros, día tras día, una pintura de infinita belleza”. Kaja Koko

En Estonia, Kaja Kaldoja, una fotógrafo con mucha sensibilidad documenta las transiciones de la naturaleza utilizando una narrativa llena de poesía y lírica. En su cuenta de instagram (Kaja_coocoo) comparte los cambios de las estaciones, contando los días que faltan para que llegue el verano.

“El invierno es la estación que nos permite reconocer la magia en las pequeñas cosas”

Estas fotos las tomó en uno de sus viajes por la isla de Hiiumaa en el Báltico

Su fotografía es un homenaje a la abundancia del mundo natural en esta región: de los paisajes en Suure Jaani, las flores silvestres que crecen en los bosques de Estonia, a la neblina que cubre la isla de Hiiumaa. Como también son fascinantes las calles del histórico Talinn en octubre, cuando está envuelta en los colores dorados y rojos del otoño.

Esta foto fue tomada en la isla de Hiilumaa y es parte de una amplia colección de fotos de la isla.

Se puede apreciar más siguiendo a Kaja en Instagram.

En la pequeña isla de Kihnu, en ausencia de los hombres, las mujeres han sido capaces de preservar las tradiciones culturales ancestrales con sus artesanías, folklore y trabajos manuales.

Tienda de artesanía en Khinu pintada de rojo. Foto cortesía Estonia Turismo

Para elevar el espíritu en los días más grises de invierno las mujeres tejen sus trajes típicos con mucho colorido, inspirado en los colores de las flores en la primavera y el verano, siendo el rojo el color más alegre e intenso. Todo está pintado de un rojo vivo, boutiques, tejados, bicicletas, tejidos y pañuelos. Kihnu también es conocida como la isla de las mujeres y es Patrimonio Intangible de la Unesco.

La linda Tallinn de Estonia es una ciudad verde

Esta ciudad medieval y moderna con numerosos parques, se encuentra entre las ciudades con mejor calidad de aire en el mundo.

estonia, tallinn
Vista de Tallinn. Foto Kaja_Coocoo

Tallinn es famosa por la colección de campanarios en sus tejados rojos y su arquitectura de estilo medieval con torres de aguja, su Catedral de Nevski, y el Palacio de Kadriorg, herencia de los zares. Independiente hoy, Tallinn es una sobreviviente a través de los siglos fue invadida por suecos, zares, daneses y Nazis y bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial.

El amor ancestral de los estonios por el mundo que los rodea se puede apreciar en su cultura, en su música y en su bandera.

Los colores de la bandera de Estonia representan los colores de la naturaleza: azul para los cielos despejados, el mar Báltico y los lagos de agua dulce, el negro para el suelo fértil, los bosques espesos y oscuros, y el blanco para la nieve.

Estonia celebra tener más de 1000 hierbas que ayudan a la salud y crecen salvaje en sus campos y bosques.

Los bosques y campos de Estonia esconden una gran cantidad de hierbas y plantas, muchas de las cuales se han utilizado durante miles de años para curar y tonificar el cuerpo. Lo mejor para quitarse el frío de la temporada es una buena taza fuerte de prímula, tomillo silvestre y liquen de reno. El brebaje relajante a base de flor de tilo combate las infecciones y alivia el dolor, mientras que el brezo asegura un sueño reparador.


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