GRANDES MIGRACIONESNaturaleza

Vida en los Everglades. Visible e invisible belleza

Si a alguien se le ocurriera pensar en la antigua idea que este lugar es solamente un pantano, lo invito a descubrir la visible e invisible belleza de los Everglades National Park, el “Río de Hierba”, que cambia en cada segundo con un nacimiento y rompe su silencio de reino salvaje con el vuelo fugaz de un águila, el salto de un pez, o la neblina de un amanecer que cubre los bosques de pino.

Foto. Ileana Muniz Vista al horizonte desde la punta más al sur de los Everglades, Flamingo. Esta es la mejor forma de navegar en las aguas poco profundas para cuidar el lecho marino.

Una historia con la colaboración del fotógrafo y biólogo certificado en Vida Salvaje Richard E. Harness.

Cuando llega el invierno las águilas pescadoras hacen un intenso viaje migratorio del norte hacia el Sur de la Florida. En diciembre se congregan en la zona sur de los Everglades, donde el agua dulce y el agua salada de los estuarios en Florida Bay, se abrazan en una punta llamada Flamingo. Se han documentado unas 80 parejas anidando. Otros solamente vienen a pasar el invierno.

Foto crédito. Biólogo certificado en Vida Salvaje Richard E. Harness (Tomada desde los corredores de madera del parque).

Los machos son los primeros en llegar para seleccionar el nido. Para ganarse el amor de las hembras hacen danzas en el aire demostrando sus habilidades de constructores. En ocasiones usan el mismo nido de años anteriores, y lo mejoran. Algunos han sido dañados por las tormentas. Anidan en la cima de los arboles muertos que están cerca del agua, en las edificaciones construídas por los humanos, encima de los postes de luz y en estructuras de cemento altas.

Las tribus de nativos americanos siempre han tenido respeto por el águila pescadora. Considerándolas “guardianas” o “pájaros medicina”. Según cuentan sus leyendas, el hombre que soñaba con ellas recibía el poder de sanar.

Vigilante cuida el nido. Su aguda visión cubre los tres elementos: Tierra, Aire y Agua.

Foto: Richard E. Harness

Es emocionante documentar la fuerza de la vida, la lucha de los padres por sostener a sus crías. Vale la pena, llegar hasta allí en esta época del año para presenciar como empieza la vida de una de los aves más grandes de norteamérica.

La vida de estas aves es un misterio, como su comportamiento también. A dónde viajan cuando termina la época de reproducción. Quienes se quedan y quienes se van?.

Foto Richard E. Harness ( Transportando un pez al nido)

Los nidos se convierten en el centro de atención. Son grandes y visibles. Usando los binoculares se pueden ver muy bien a los polluelos, sin molestar el curso de su vida.

Llegamos a finales de febrero. Las crías de las águilas que anidaron en diciembre, habían nacido y estaban hambrientas. En los Everglades se escuchaban sus llamados en diversas direcciones, indicándonos su presencia.

Es increíble la responsabilidad de una familia de águilas pescadoras. Durante el periodo de incubación que dura aproximadamente 38 días, los padres hacen guardia y se turnan para cuidar los huevos y asegurarse que el nido esté protegido de los mapaches que se roban los huevos. Los humanos no pueden molestar la paz de esta familia, por ley, los nidos están protegidos.

El primer nido que descubrimos estaba en la cima de un puente de madera, en la parte trasera de una estación de servicio de los Everglades en la Marina de Flamingo. Este nido lleva tiempo en este lugar. Es difícil entender, cómo han podido adaptarse estas aves al transito humano cerca de ellas.

Foto (Ileana Muñiz)

No hay otro Everglades en el Mundo”

Todavía las crías no pueden volar, necesitan unos días más en el nido (entre 50 y 55). Hace calor y es invierno, el Sol es fuerte e intenso, se han registrado temperaturas muy altas.

Foto. (Ileana Muniz). Este nido, cerca del agua, lo encontramos en la zona donde los amantes de la naturaleza hacen su camping en Flamingo.

El habitad de los Everglades ofrece abundante comida a los padres, sin embargo la calidad del agua ha disminuido en la Bahía y en los estanques donde pescan. Esto y las olas de calor a principios de primavera son amenazas para los recién nacidos.

“Estos polluelos cuando llegue su tiempo van a migrar a suramérica, luego regresarán y volverán a usar los mismos nidos” – comenta el biólogo Rick Harness.

Cuando llegue la primavera a finales de marzo y abril, los polluelos han crecido. Es el tiempo para migrar a Suramérica a buscar un mejor clima y pescado fresco.

Harán un vuelo de 4, 105 km durante 25 días rumbo al Sur

. Atravesarán el estrecho de la Florida, Cuba, Venezuela y Colombia, hasta llegar al Amazonas en Brasil y regresarán después a repetir el mismo ciclo.

Para las águilas jóvenes, este no es un viaje fácil. Lo hacen solas, sin sus padres y sin experiencia. Cómo pueden encontrar sus refugios de invierno, cómo pueden regresar si nunca lo hicieron?.

Como otros animales salvajes, los científicos creen que usan el campo magnético de la Tierra y su reloj interno que les dice cómo y cuando deben regresar.

Por qué unas migran al Sur y por qué otras se quedan en la Florida?.

Otro misterio que fue aclarado en un estudio que duró dos años y realizado por los biólogos del Raptor Center en la Universidad de Minnesota.

Usando radio telemetría por satélite, pudieron monitorear a 14 águilas en la Florida siguiendo su vuelo de Florida a Suramérica y de Maine a Florida. “Partial Migration of Wintering Use of Florida by Osprey” .

Ahora está más claro, quienes viven en los Everglades, cuándo llegan y cuándo se van. Un tema tan fascinante como es la presencia de estas maravillosas águilas.

Las que anidan en el Norte, en Cánada, New York, Maine, llegan en el otoño: Estas se quedan hasta que llega la primavera en marzo, o más tarde, abríl. No viajan a suramérica y recorren cortas distancias en Florida.

Otras fuentes de información consultadas para el reportaje: ( Audubon- Guías de Aves de América del Norte).

Richard E. Harness: Es un destacado Biólogo en Vida Salvaje que trabaja en importantes proyectos en Estados Unidos y otros países para evitar que las aves mueran electrocutadas con los cables de electricidad.

. Todas las fotos de las águilas fueran tomadas desde los corredores del parque.

Con nuestros reportajes apoyamos los esfuerzos de conservación en los Everglades destinados a proteger la población de vida salvaje, los residentes y los que migran a encontrar refugio allí.

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