Córdoba, la bella ciudad andaluza que visten de flores en mayo

Geranios en macetas, claveles en las cruces, petunias y gitanillas en los balcones. Es mayo y en Córdoba, los jardines han florecido. Es tiempo de visitar los patios y celebrar con las hermandades, cofradías y asociaciones de vecinos.

La ciudad donde las flores no se marchitan en mayo

Las flores están por todas partes: en el Casco Histórico, en las plazas abiertas, en los monumentos, en las callejuelas, en el Puente Romano, en el mirador de la Torre de la Calahorra y en un lugar que es aún más especial, en el espíritu de los vecinos cordobeses que este año decidieron recuperar el tiempo que estuvieron en restricciones de vida social.

Cuando mi amigo cordobés Paco Mulero publicó en su cuenta de Instagram los arreglos de flores que las hermandades habían instalado frente a sus iglesias para celebrar la Fiesta de las Cruces de Mayo sentí que estaba de regreso en Córdoba.

Las cruces adornadas con claveles rojos y blancos representan el esplendor de la primavera cordobesa y son el centro de una fiesta donde se baila, se come y se compite por un premio. Alrededor de ellas no falta una guitarra española y un sombrero cordobés.

La Fiesta de las Cruces se cree que tienen su origen en las fiestas que hacían los romanos en Córdoba para honrar a Santa Helena, la madre del emperador Constantino, que halló la cruz del Santísimo un 3 de mayo en Jerusalén.

“Mayo es una fiesta continua de color. Cuando termina la Fiesta de las Cruces el 2 de mayo, comienza la de Los Patios de Córdoba, seguida por la Feria de Córdoba. En octubre se celebra Flora, los patios se llenan de esculturas de flores impresionantemente bellas. Octubre es nuestra segunda primavera“. comenta Paco Mulero

La pasión de los cordobeses por vestir sus patios con arreglos de flores tiene su pasado en la época en que vivieron los romanos y los árabes en la ciudad. Los romanos celebraban a finales de abril y principios de mayo, Las Floralias, una fiesta dedicada a Flora, diosa de los jardines y las flores. Simbolizaba la renovación de un nuevo ciclo de vida.

“En los patios romanos todas las aguas caían a ese, surtiendo todas las fuentes. En los patios musulmanes las casas eran discretas pero en su interior era donde se veía la finura, la arquitéctura, los atauriques (adornos vegetales), la decoración y el policromado. En los jardines tenían los naranjos y las plantas florales con fragancias”.

Tan fascinante como sus fiestas de mayo, es la historia de Córdoba, una historia de convivencia y tolerancia, en los tiempos que los árabes, judíos y cristianos vivieron juntos en la ciudad.

En las plazoletas hay esculturas dedicadas al hispano romano Séneca, al musulmán Averroes y al judío Maimónides. Sabios, médicos, músicos, los filósofos mas brillantes del Occidente y las mujeres más cultas del Andalús vivieron o visitaron a Córdoba.

• Ocupada por romanos, vivió su época de esplendor en los siglos XII, cuando fue capital del Califato.
• Su Mezquita Catedral, el monumento mas emblemático de toda la arquitectura Andalusí junto con la Alhambra de Granada es una de las más famosas del mundo. Tiene aires de la Mezquita de Damasco.
• El bosque de columnas con arcos de herraduras en el edificio islámico de La Mezquita es asombroso, pero más lo es la Catedral Cristiana que está en medio de la Mezquita.

Otro símbolo de convivencia en la antigua Córdoba es el Barrio de las Judería y La Sinagoga. Uno de los templos hebreos más importantes de Europa. En Córdoba vivió una importante comunidad judía que se mezcló con la comunidad musulmana.

La herencia de los romanos, árabes, judíos y cristianos no está sólo en los monumentos, sino en las recetas de la cocina, la música, la joyería, el cante jondo, la “soleá”, en los dulces de berenjena con miel de caña, los alfajores y el cabello de ángel árabe que puedes comprar en el Mercado Victoria, el primer mercado Gastronómico de Andalucía donde Paco Mulero es el Director.