Viajar

Descubrir sin prisa Buenos Aires ciudad de los relojes

Fueron traídos de Europa, cuentan la historia de Buenos Aires y algunos son únicos en latinoamérica

Hoy te llevo a recorrer la Ciudad de los Relojes, estos maravillosos relojes monumentales nos cuentan la historia de Buenos Aires desde otro lugar.

  • Debora Negri en la Torre de la Iglesia San Ignacio de Loyola, junto al reloj del Cabildo, el más antiguo de Buenos Aires.
Reloj en el Banco Francés
  • Los relojes públicos antiguamente tenían varios usos, con sus campanadas los habitantes sabían qué hora era, pero también cada barco que llegaba al puerto usaba el reloj del Cabildo para actualizar la del barco. No eran comunes. Buenos Aires era una ciudad portuaria y por eso sus habitantes son llamados “porteños”.
  • Uno de los relojes que no puedo dejar de nombrar es el segundo reloj más antiguo de la ciudad. Está en el barrio de Recoleta en la Basílica del Pilar. Esta iglesia es de 1752 y su reloj es muy distinto, sus números son arábigos, se usaron muy poco tiempo en relojería, pero este reloj los mantiene y hoy lo podemos apreciar.
Reloj en la Basílica del Pilar, el segundo más antiguo

En mis caminatas y visitas guiadas descubrí que el antiguo reloj del Cabildo ya no está allí, pero está cerquita.

  • No se engañen, el reloj antiguo del Cabildo, ya no está allí, en su lugar está una réplica moderna del antiguo. Actualmente lo podemos ver en una de las torres de la primera iglesia de Buenos Aires, la Iglesia de San Ignacio de Loyola. Cuando el Cabildo pierde su forma original para abrir la Avenida de Mayo y la Avenida Julio A. Roca, la torre se volvió inestable y su reloj se donó a esta iglesia.


Si miramos el Cabildo vemos a su izquierda la Torre de la Legislatura. En su torre de 97 metros se destaca el reloj de cuatro caras. Está conectado a cinco campanas que tocan cada cuarto de hora. Me contó la guía de la Legislatura Porteña que su maquinaria se ocupa de que funcionen los 80 relojes del interior del edificio.

Frente al Cabildo pero por Av. De Mayo, en su lateral está el Ex Edificio La Prensa.

⬅️ Su reloj un poco más chico que los de su alrededor. Tiene más 120 años.


Hacia la izquierda de la torre de la Legislatura esta uno de los tres relojes que más me gustan. Es un reloj de autómatas.


Son dos colosos de bronce con unos martillos gigantes para golpear la campana y cada vez que golpean la campana se mueven.

Hay un reloj muy parecido que es el que está en la Auditoria General de la Nación, este edificio lleva el nombre de Raúl.

  • Alfonsín, primer presidente democrático después de la última y nefasta dictadura militar. Se encuentra diagonal al Congreso Nacional. Mi segundo reloj preferido. Este reloj es similar al de la Torre dell ́Orologio en San Marco, Venecia. Las dos figuras miden 3 metros de altura y están hechas en bronce. Tiene un mecanismo para mover los autómatas, el engranaje es de bronce y las agujas avanzan una vez por minuto


El último reloj público que se instalo fue el de la Casa Rosada en 2010.

Disfruto sentarme a la Plaza de Mayo durante los fines de semana, cuando hay menos ruido de autos y colectivos porque se pueden escuchar gran cantidad de campanas.
Los relojes marcan las horas con pequeñas diferencias (apenas unos minutos), para así cada hora, media hora o cuarto de hora escuchar el concierto de campanas que nos regala esa parte de la ciudad y lo mas divertido es ir mirando hacia uno u otro reloj para identificar cuan es el que esta sonando.

Una avenida en la que descubrí varios relojes monumentales fue en Avenida Corrientes.

Un día parada en el semáforo antes de cruzar la Av. 9 de Julio hacia Av. Alem, miraba el Obelisco, siempre magnifico, y detrás de él vi un edificio con un hermoso reloj coronándolo.

El edificio era llamado Trust Joyero Relojero, este edificio toma el nombre una importante relojería que funcionaba allí durante los años 60.

Edificio Trust Joyero Relojero ➡️


Siguiendo por Av. Corrientes tras caminar varias cuadras, esta esté reloj impactante, cuando ando cerca me gusta pasar a verlo, diría que es el tercero de mis relojes preferidos. Es el reloj del Edificio Transradio Internacional, hoy el edificio pertenece al banco HSBC.

  • Este reloj fue obra de Alejandro Christophesen arquitécto y escenógrafo. Muchas de las llamativas edificaciones de Buenos Aires son parte de su obra como la Basílica de Santa Rosa de Lima o el Palacio San Martin. Con este reloj demostró su amplio conocimiento y flexibilidad.

Un poco más adelante me encontré con el reloj Edificio Singen. Este es uno de los tres relojes más altos de la ciudad, con el de la Legislatura y el de la Torre de los Ingleses.

Edificio Sigen. Su reloj es uno de los más altos de la ciudad.

En 2007 se restauró y después de 27 años volvió a funcionar, dejo de hacerlo cuando durante una tormenta se voló una de sus agujas.


Desde acá camine por el sector bancario de la ciudad, este sector tiene grandes edificios que originalmente fueron bancos o en algún momento se los transformó en bancos. Su arquitectura es bellísima.

Pude ver la fachada del Banco Central de la República Argentina. Cuando saco fotos, si son lugares de este tipo suelo pedir permiso, el guardia de seguridad que estaba al frente no tuvo inconveniente y me recomendó que diera la vuelta y fuera a fotografiar la otra fachada del banco ya que fue recientemente restaurada. En una misma manzana tiene dos entradas pero por diferentes calles y dos fachadas diferentes con bellísimos relojes.


Fachada sobre calle San Martin se la restauró hace poco y tiene muy poco uso su entrada.

Este reloj enmarca la entrada del Banco Francés con bellas esculturas que lo rodean.

Por Diagonal Norte, mi avenida preferida. Esta el ex edificio Shell, suelo pasar frente a él porque me encantan sus puerta con vieiras, el logo de la empresa. Una tarde mientras esperaba para cruzar la avenida, lo vi y bueno ya no pude dejar de observar su reloj cada vez que paso. El reloj es la réplica exacta del que está en la casa central de Shell, en Londres.

A pocas cuadras de este edificio, en Rivadavia y Perú hay otro reloj monumental. El reloj de Casa Escasany.

  • Este edificio y reloj se inauguraron en 1892. El edificio perteneció a la familia Escasany. Esta familia lo construyo para alojar su joyería y relojería. Fue la más importante del país llego a tener 1500 empleados y sucursales en todo el territorio nacional. Esta justo en la esquina y en los locales de la parte inferior hay un Burger King, entre para ver si había parte del edificio original, como alguna vez lo hubo cuando se construyó un Burger King en Av. Corrientes y Florida en un palacio de la familia Anchorena y te podías sentar a comer entre columnas jónicas, pero no tuve esa suerte.

Un poco más lejos está la Torre Monumental con su reloj.

Es una réplica del Big Ben de Londres, cada cara del reloj mide alrededor de 4 metros de diámetro y fue fabricado por Gillett & Johnston.

  • Allá por principios de 1900 cuando este reloj se instaló paso a tener gran importancia ya que cada tren que llegaba actualizaba su reloj y a determinada hora todas las estaciones ferroviarias ponían en hora sus relojes usándolo como guía.
  • Esta torre y su reloj fueron donados en 1912 por los habitantes británicos en Argentina en honor al centenario de la Revolución de Mayo, la gran torre reloj se llamó Torre de los Ingleses hasta la Guerra de las Malvinas. Está en el barrio de Retiro, frente a la estación del tren. Luego de la Guerra de las Malvinas se le cambio el nombre por Torre Monumental y se alineo a esta torre reloj con el Monumento a los Caídos en Malvinas, que está en Plaza San Martin frente a ella.
  • En esta torre reloj hay un mirador a la que se puede acceder, sus vistas de los alrededores son muy lindas, cuando ando por ahí suelo subir y deleitarme viendo un sector del barrio de Retiro con su estación de tren, el edificio Kavanagh, majestuoso como siempre y el rio.

Hay muchos más relojes para seguir descubriendo, la ciudad de Buenos Aires tiene tantos rincones desconocidos, tantas historias para contar que voy a seguir caminándola para tratar de conocer todos sus secretos.

En el reloj de la Torre Monumental,
En el de la Legislatura Porteña
El del Cabildo de Buenos Aires
El de la Iglesia de San Ignacio de Loyola
En el Edificio Escasany,
En la fachada del Banco Central de la Republica Argentina sobre calle San Martin.
El de la Casa Rosada
El del Edificio Transradio Internacional
El del Edificio de la Auditoria General de la Nación
El de Raúl Alfonsín
En todos estos los números cuatro están representados por IIII y en el resto el número cuatro varia entre IV romano y numero 4.

. Cuando descubrí esto empecé a investigar y la verdad es que no hay algo concreto sobre su origen.
Existen explicaciones que van desde la simple estética, a situaciones históricas.

Para el Instituto Británico de Relojería, es por una cuestión de simetría. Al utilizar cuatro caracteres (IIII), se repite el patrón del lado izquierdo del reloj, (el cuatro coincide con el ocho, que en números romanos es VIII) y la esfera queda más armónica y más bonita a la vista.

Una historia que encontré muchas veces es que en el siglo XIV, el rey Carlos V de Francia encargó un reloj para la torre del Palacio Real de Francia, y cuando lo vio, se enojó con el relojero porque coloco IV y no IIII, creyendo que era incorrecto. Cuando el relojero empezó a explicarle el porqué, el rey terminó el tema con la frase “Yo nunca me equivoco” y se terminó la discusión.

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