Viajar

Navegando en el Modesta Victoria rumbo a deslumbrantes bosques

Nuestra aventura navegando en el barco antiguo, Modesta Victoria empezó en Puerto Pañuelo, Bariloche. Nuestro destino – el Bosques de Arrayanes y la Isla Victoria, una de las maravillas naturales del Sur de Argentina.

Caminamos por senderos rodeados de gigantes pinos perfumados, nos internamos en un bosque, hicimos picnic en familia , mientras disfrutábamos de la fauna y flora del lugar.

Salida del Puerto Pañuelo en Bariloche

A las 11 de la mañana estábamos con mi familia en Puerto Pañuelo, Bariloche esperando el Modesta Victoria.

Puerto Pañuelo es un puerto internacional desde donde salen las embarcaciones hacia Chile. También es el punto de partida para viajar a Bosque de Arrayanes ( Parque Nacional Arrayanes), también conocido como Península de Quetrihue.

Viajar en el Modesta Victoria es un privilegio, al entrar sentís como la modernidad confluye con toda la historia que trae.

El Parque Nacional Los Arrayanes se encuentra en la eco región Bosques Patagónicos. La temporada ideal para visitar este y la Isla Victoria es a fines de primavera, principios de otoño.

Foto. Muelle en la isla Victoria.


Hora de salida: 12 del mediodía

Es esencial llevar nuestro almuerzo y snacks porque se pasan muchas horas sin acceso a lugares donde vendan comida, con excepción de una confitería en cada una de las islas que visitaríamos.

También llevamos paquetes de galletitas de agua, para sacarnos fotos con las gaviotas que se acercan a las embarcaciones a comer de la mano.

Catamarán Modesta Victoria

Las gaviotas son parte de la experiencia en el barco mientras este atraviesa el Lago Nahuel Huapi

Mientras navegas el Lago Nahuel Huapi se puede salir a la cubierta del Modesta Victoria. Es una costumbre estirar la mano una galletita. En poco tiempo llegan las gaviotas, que en picada vuelan hacia vos. Es muy divertido y a veces doloroso. Como fue en mi caso, que a la gaviota no le alcanzó con llevarse la galletita y raspó del todo mi dedo índice con su pico. La verdad no fue nada, me asusté obvio pero la experiencia no tiene precio.

Después de 1 hora de viaje se llega a la Península de Quetrihue

Tras maravillarnos por más de una hora con los paisajes de cuentos de hadas, que nos rodeaban llegamos a la primera parada, el Parque Nacional Los Arrayanes.

Desembarcamos en el bosque y empezamos a caminar por unas pasarelas en el primer sector del parque. Las pasarelas de madera, pintadas en un tono parecido a los arrayanes se integraban perfectamente al paisaje

El Parque Nacional Los Arrayanes se encuentra en la ecorregión Bosques Patagónicos.

La temporada ideal para visitarlo es a fines de primavera y a principios de otoño. Este árbol es conocido por su tronco retorcido y su corteza de color canela. Tiene flores blancas pequeñas y perfumadas.

“Los arrayanes tienen más de 650 años de edad y pueden alcanzar una altura de 15 metros” –

Los arrayanes al tacto tienen una corteza helada, porque los arrayanes absorben el frio.

Esto lo sé porque hace muchos años me lo contó un guardaparque del Parque Nacional Los Alerces. Había acampado con mí marido en unbosque de arrayanes y pusimos la carpa en su interior. El guardaparque nos dijo que no íbamos a sentir el frio de la noche, porque estos arboles absorben el frio. Tuvo mucha razón“.

Parque Nacional Bosque de Arrayanes

Se piensa que Walt Disney, después de visitar una casita en el bosque se inspiró para hacer la casita de la película Bambi.

Foto ( Turismo Bariloche)

Finalmente llegamos a la casita donde se dice que Walt Disney se inspiró para hacer Bambi. ¿Por qué se dice esto? Porque un año después de visitarla estreno la película Bambi y las similitudes con esa cabaña son muchas.

Luego salimos de la pasarela y ya pisando la tierra caminamos escuchando la historia y admirando la flora del lugar.

Dejamos del Bosque y continuamos navegando en el Modesta Victoria rumbo a Isla Victoria

Arribamos al Puerto Anchorena desde donde descendimos a esta pequeña isla de 31 kilometros. La mayoría del area es intangible, solo un pequeño sector puede ser recorrido por turistas.

Una vez abajo, el Modesta Victoria se fue, nos quedaríamos allí hasta que volviera a buscarnos. Esto quería decir: hasta que regresara con el otro grupo de turistas e hiciera el intercambio.

Apenas llegamos a Isla Victoria nos recibió un guarda parque muy amable. Nos llevó a caminar por senderos donde crecían grandes bosques de pinos con su aroma característico.

Luego de terminar la guiada nos dieron tiempo libre hasta la hora que llegara la embarcación a buscarnos. Nosotros elegimos internarnos en el pequeño bosque y degustar lo que habíamos llevado sobre un gran tronco que hizo a su vez de mesa y asiento. El perfume de los árboles que nos rodeaban sumado al canto de los pájaros y a la suave brisa que nos refrescaba del calor hicieron que viviéramos un almuerzo único.

Visita a la Casa del Guardaparques. El árbol es una secuoya

Después de recorrer la isla se llega a la Playa del Toro

Luego recorrimos por nuestra cuenta, a paso tranquilo, sacando fotos, escuchando los sonidos de la naturaleza. Un sendero nos llevo a Playa del Toro, sus arenas blancas llamaban a recostarse en su orilla y el agua transparente a darse un chapuzón, pero el chapuzón es solo para valientes porque el agua es helada, con solo meter un pie te alcanza para cambiar de opinion y disfrutar la vista desde su exterior, aunque hay valientes que se meten. Yo no entro en esa categoría.

Mientras se acercaba la hora en que nos recogerían fuimos a visitar al guardaparque y a conversar sobre la fauna y flora que podíamos encontrar, nos dio folletería muy interesante y aprovechamos para sacar más fotos con el árbol gigante que estaba en la entrada de su oficina.

Y finalmente nos despedimos de la Isla Victoria, llevándonos el mejor de los recuerdos en nuestro corazón y esperando poder volver prontito a ese lugar de ensueño mas parecido a un cuento de hadas que a un paseo turístico.

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