Las mujeres suecas alegran su invierno con lámparas caseras de hielo
Una historia de la Laponia Sueca. Las farolas de hielo se hacen con objetos desechables, poca inversión y aportan alegría a las vecinas de la Villa de Vuollerim.
Birgit, una sueca de origen Sami me contó la historia de las mujeres de la Villa de Vuollerim y sus farolas de hielo caseras. Ellas querían hacer algo para alegrar sus vidas en los días más oscuros del invierno y usaron el ingenio humano. El plan de las vecinas de la Laponia Sueca se convirtió en una fiesta, el Festival de las 1000 Luces de Hielo. y la villa de Vuollerim consiguió el título de ser el primer lugar en el mundo con “La exhibición más larga de lámparas de hielo”.
La villa de Vuollerim queda al norte de Suecia, donde pasa el Círculo Polar Artico; en la Laponia Sueca. El pueblo se conoce también como “La villa de las 1000 linternas de hielo”. Es uno de los pueblos más antiguos de Suecia. Voullerim en lengua sami significa – “el lugar tranquilo entre los arroyos rápidos”.
Parte de la sabiduría local es convertir las adversidades en oportunidades.
Con las nuevas medidas de adaptación al Covid, ahora los talleres para enseñar a las vecinas a hacer las linternas de hielo se tienen que realizar al aire libre en grupos más pequeños y por supuesto bien abrigadas. Quienes empezaron la tradición ahora imparten las clases, así todo el pueblo tiene la oportunidad de hacer las lámparas que alumbran las calles.
Birgit dice que en esta zona los días de invierno son muy duros pero los locales están acostumbrados a salir de casa con la ropa apropiada. Lo escandinavos tienen una estilo de vida muy simple y un alto sentido de comunidad y amor por la naturaleza.
“Es un verdadero invierno, la oscuridad y la congelación lo invade todo. Vuollerim era un lugar desconocido y las mujeres querían atraer la atención de los miles de visitantes que viajan en febrero al mercado de invierno de Jokkmokk. Un mercado donde los artesanos Samis pueden vender sus trabajos. A veces es tan frío que los autos no pueden llegar y los visitantes tienen que contar con la sabiduría de los locales”.
Cómo empezó todo? De quién fue la idea?
“Nancy Larsson fue una de las mujeres de la villa que se le ocurrió la idea de crear lámparas caseras de hielo usando objetos desechables (vasijas plásticas, discos de satellite para hacer los moldes con el agua congelada) y el resto de las mujeres la apoyaron. El evento tenía poca inversión y aportaba alegría al pueblo”
Así fue como nació el Festival de las 1000 Luces de Hielo.
La fiesta se convirtió en tradición y ahora cada mes de Enero todos los vecinos se reúnen para crear las lámparas de hielo. Los diseños son más creativos y la gente siente más entusiasmo. Las lámparas de hielo son de todas las formas y tamaños.
El primer miércoles de febrero es el día en que todas se encienden. Las mujeres de la villa y gente de todas las edades se reúnen en un parque para lanzar al cielo balones de aire caliente que flotan en el Círculo Polar Artico; luego los habitantes y visitantes encienden las velas que colocan en las lámparas caseras alumbrando así calles, jardines y montañitas de nieve.
El festival de Vuollerim puso en el mapa del mundo a esta villa remota y desconocida donde habitan menos de 1000 personas, de ahí que se llame la Villa de las 1000 linternas de hielo.
En el 2013 a Karina Lindh se le ocurrió la idea de romper el record Guiness con su celebración de lámparas de hielo. En un día los vecinos se unieron y colocaron a la misma vez 2651 lámparas caseras por todo el pueblo.
Así fue como Vuollerim consiguió el título de ser el primer lugar en el mundo con “La exhibición más larga de lámparas de hielo”.