El Amazonas le habla a una niña Ashaninka, ella le responde

Cómo podemos decirle a un niño que el mundo que lo rodea está en peligro, cómo podemos contarle que otros niños del mundo y los animales del planeta están perdiendo su casa milenaria.

Hoy en día los niños escuchan y ven estas cosas por todas partes. Ellos como Zonia la niña del cuento, tienen la voluntad y el deseo de hacer algo, para que su mundo siga teniendo colores.

Con la misma dulzura que una madre le hablaría a un hijo, la escritora e ilustradora del libro “La Selva de Zonia”, Juana Martinez Neal, le da vida y voz a Zonia, una pequeña niña Ashaninka que vive en el Amazonas peruana con su madre y su hermanito. Inspirada en la historia de un tapíz del pueblo Shipibo que le regaló su padre, Juana decidió viajar a la selva del Amazonas peruana para conocer de cerca la realidad que viven los pueblos indígenas que están siendo desplazados por la explotación de sus tierras.

Cuando comienza la historia Zonia, es una niña feliz e inocente. Ella no sabe que su casa es el bosque tropical virgen más largo del mundo, desde su perspectiva este es su vecindario, un mundo donde ella siente que conoce a todos, aunque parezca remoto para nosotros.

Todas la mañanas Zonia saluda cantando a la Selva, sus arboles, animales y flores. Diciéndoles a cada uno – Hola, vivo al costado !.

Siempre la acompaña una mariposa azul (morfo azul), que es el símbolo del Amazonas y está amenazada por la desaparición del bosque tropical.

En su recorrido por los escondites de la selva verde y colorida, saluda a sus amigos, los animales más maravillosos del Amazonas: el oso hormiguero gigante, el jaguar veloz, el perezoso, el delfín rosado, el caimán blanco y el gallito de las rocas, un pájaro hermoso de plumaje rojo que es el ave nacional de Perú.

Un día en camino a casa, Zonia descubre algo inesperado que nunca antes ha visto, los arboles de la selva han sido talados. Temerosa, corre el resto del camino a casa. La imagen desoladora entristece a la niña y al lector, quien tampoco espera este desenlace.

La selva verde de Zonia, está desapareciendo y ella invita a todos a defenderla. Se pinta la cara de color rojo con achiote para demostrar su determinación. Algo que aprendió de su madre.

El libro publicado por Candlewick Press en español e inglés “Zonia Rain Forest” y traducido a la lengua madre Ashaninka fue ilustrado sobre hojas de plátano hechas a mano por un pequeño grupo de mujeres de Chazuta en el Amazonas.

“La Selva de Zonia es la historia de una niña y de una comunidad que resiste y existe, donde los indígenas no están a salvo pero están en control de su propia vida y destino”.

Datos de Interés para educar publicadas al final del libro.

Sobre la autora: Juana Martinez Neal ha sido la Ganadora de Mención de Honor Caldecott. Nacida en Perú e hija de pintores, es conocida también por el libro “Alma y cómo obtuvo su nombre”.

Sobre el Amazonas: La Cuenca del Amazonas, hogar de 500 naciones indígenas representa el 16 por ciento de la cobertura forestal del mundo. Llamado los “pulmones del planeta”, los arboles absorben y almacenan el exceso del dióxido de carbono, purificando así el aire del planeta Tierra.

Quiénes son los Ashaninkas: La nación Asháninka es la nación indígena más grande que habita en la Amazonía peruana. Sus tierras cubren una vasta region de la Cuenca Amazónica. La mayor concentración de habitantes se ubica en Perú y en cinco áreas pequeñas y definidas situadas en Brasil.( El pueblo ashaninka, de quien Zonia es hija es conocido por su resistencia y activismo para defender su hogar de donde muchas veces ha sido desplazado).

Sobre la tala ilegal: Diariamente la Amazonía es deforestada. Entre el 2010 y el 2019 los bosques amazónicos perdieron cerca de 8.6 millones de acres, 13, 500 millas cuadradas de bosque primario y cobertura forestal por año. La tala ilegal representa el 50 por ciento de la deforestación mundial.